La Columna Gerardo García
Los turisteros pidiendo más impuestos al turismo
Es una realidad. La cobija no alcanza para tapar la cama. Eso, cierto. El asunto es que antes que buscar crecerla remendándole nuevos trapos, podría replantearse si no es hora mejor de buscar el cambio de la misma. Y es que si la cama creció a king size, pues resultará imposible seguir queriendo usar la cobija matrimonial.
Ya lo había advertido la secretaria de Turismo del estado de Quintana Roo, Marisol Vanegas, que se analizaba “un plan piloto para el cobro de un nuevo impuesto de 20 dólares al turista extranjero por concepto de uso de infraestructura turística”. Este serviría, según lo que recuperó la prensa, para financiar el urgente, necesario programa de recuperación de playas y dotar de mejor seguridad a la industria turística del estado.
Recupero extractos de una nota publicada ayer en este periódico que recoge declaraciones de Pablo Azcárraga, presidente del Consejo Nacional de Empresas Turísticas:
A fin de que los destinos turísticos del país cuenten con recursos para hacer frente a necesidades derivadas de su crecimiento, como seguridad e infraestructura, el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) trabaja en un programa piloto en Baja California Sur para incrementar alrededor de 25 dólares el Derecho de Visitante sin permiso para realizar actividades remuneradas (DNR), que sería un impuesto estatal que pagaría el turista internacional que visite México.
De acuerdo a lo previsto, Quintana Roo sería el segundo estado del país en implementar este proyecto, lo cual le permitiría recaudar alrededor de 250 millones de dólares anuales estimando una afluencia de 10 millones de turistas, cuyos recursos serían administrados a través de un fideicomiso y entregado de manera directa a los gobiernos estatales, para lo cual la única condición del CNET es que se eliminen los impuestos enfocados al turismo que algunos municipios han empezado, como los 20 pesos de Solidaridad y los 350 de Los Cabos.
Al respecto, el presidente del CNET, Pablo Azcárraga, explicó que el fideicomiso sería vigilado por la iniciativa privada y la sociedad en general para garantizar que se utilicen como se debe, para lo cual se crearía un comité de vigilancia y otro de aprobación de gastos, que se complementarían con un despacho externo que auditoría lo recaudado y su gasto…
…“Hay que entender que cuando los destinos son exitosos, pasa lo que está sucediendo en los últimos años, genera una presión muy fuerte porque viene una migración de gente de otro lado que busca participar de esa bonanza, claramente la presión es que hay que darles escuelas, servicios médicos, vivienda, servicios básicos que requiere ese crecimiento poblacional”, abundó.
El Congreso de Baja California Sur aprobó en noviembre del año pasado un impuesto –llamado de aprovechamiento al turismo- de 350 pesos al turista que ingresa vía aérea, mismo que desató el rechazo de la industria turística de esa entidad, principalmente los hoteleros de Los Cabos, y hasta ahora no ha sido posible implementarlo. No es como lo asegura el dirigente empresarial. El rechazo de la iniciativa privada se generó porque en la suma de impuestos y derechos al turista, el incremento del costo se reflejaría en la tarifa hotelera, lo que podría afectar la llegada de visitantes.
Es cierto que se requiere una fuerte inversión en temas como la recuperación de playas y en la seguridad. Es verdad que los presupuestos de estas dos entidades no son suficientes para afrontarlos; igual es cierto que el reparto del presupuesto federal es sumamente injusto con estas dos entidades que aportan juntas casi dos terceras partes del Producto Interno Bruto Turístico. Que no reciben en el reparto presupuestal lo que requieren para seguir creciendo y aportándole más ingresos al país.
Es cierto también que en el caso de Quintana Roo, el incremento al impuesto al hospedaje y las aportaciones del pago a Zofemat que irían al fideicomiso de recuperación de playas, acabaron perdidas en una maraña de corrupción e ineficacia que tienen bajo investigación a integrantes del gobierno que encabezó Roberto Borge, preso hoy en Panamá. Pero de igual manera es una realidad que tratar de solucionarlo a través de un cobro de 20 dólares no necesariamente es la mejor solución. No se trata de que no se transparente; es buena la propuesta de que participen en los fideicomisos integrantes de la sociedad civil para evitar que este recurso no se utilice para lo que estaría etiquetado. El asunto es que 25 dólares más de impuesto impactarán a la tarifa hotelera y eso, en un mercado tan competido como lo es el del Caribe, puede ser negativo.
Eso de un nuevo impuesto no parece ser lo más inteligente para la “gallina de los huevos de oro”.