JORGE GONZÁLEZ DURÁN. La Jiribilla
BUENA Y MALA OPERACIÓN POLÍTICA
Pasó lo que tenía que pasar. La alianza PRI-Verde le apostó todo a la fuerza, al poder. Por el otro lado se negoció con discreción, se amarraron alianzas coyunturales, se cedieron posiciones en las comisiones del Congreso y ganaron.
La obcecación del PRI-Verde en tratar de imponer a Raymundo King como presidente de la Gran Comisión del Congreso, fue un error.
El PRI-Verde se había repartido el pastel entre ellos mismos, antes de tenerlo, dejándole sólo las migajas a los demás partidos. La mayoría de las comisiones se las habían dado por anticipado a los diputados verdes, dejando incluso a los priístas como convidados de piedra.
Juan Carlos Pereyra
Esto motivó que Juan Carlos Pereyra, después de una intensa reflexión, y en un acto de congruencia y lealtad con sus principios, decidiera separarse del PRI y declararse diputado independiente. El diputado del Panal, Ramón Javier Padilla Balám, al verse ninguneado, abandonó la alianza PRI-Verde para sumarse a la del PAN-PRD.
Los dos diputados de Morena no siguieron las órdenes de su dirigente estatal, y votaron a favor del PAN-PRD.
El factor Miguel Ramón
Miguel Ramón Martin Azueta, designado por el gobernador electo, Carlos Joaquín como enlace con el poder legislativo, fue un factor para que la Gran Comisión del Congreso no quedara en manos del PRI. Conocedor de la clase política local, intuitivo, operó políticamente con discreción y eficacia. Y allí están los resultados de su labor a favor de Carlos Joaquín. Hizo lo que tenía que hacer.
El factor Niño Verde
Con una insolencia fuera de serie se comportó el “Niño Verde” en la operación que en mala hora le encomendó el PRI. El dueño del PVEM pensó que su sola presencia iba a intimidar a todos. No se sabe por qué el PRI le dio la tarea de operar la conformación de las comisiones del Congreso a una persona tan descalificada y desprestigiada como el “Niño Verde”. En lugar de tratar de convencer, gritaba, gesticulaba, aullaba, manoteaba. Hasta los priístas se sintieron ofendidos y humillados por él.
Agravios a Candy
La diputada, Candy Ayuso sufrió un grave enfermedad gastrointestinal que la obligó a internarse en una clínica particular de Chetumal. Hasta allí fue el “Niño Verde” a insultarla y amenazarla para que se presentara a la sesión. Con altanería le dijo que sería expulsada del PRI si no se presentaba a la sesión. Sin ninguna consideración por su salud, el “Niño Verde” casi la zarandea. ¿La estarán orillando a declararse diputada independiente? (FIN DE TEXTO)