Jorge González Durán La jiribilla
47 años de Cancún
Cancún cumple hoy 47 años de su fundación. Son un breve tiempo en la historia, pero en este lapso, esta ciudad ha vivido lo que a otras les ha llevado siglos. Se ha convertido en el principal destino turístico de Latinoamérica y el Caribe. Es una ciudad de luces y sombras. Tiene una zona turística de vanguardia y tiene muchos rezagos en infraestructura urbana. Su zona fundacional sufre una evidente degradación urbanística. Tiene cientos de colonias irregulares. Vive en el presente una preocupante crisis de inseguridad.
Pero en estos 47 años hay mucho que celebrar. En primer lugar, la demostración de que los mexicanos somos capaces de organizar grandes proyectos. Cancún es un ejemplo de la capacidad mexicana para realizar empresas de gran envergadura, exitosas de todos los sentidos en el plano turístico, a pesar de sus grandes rezagos en materia urbana, producto de su éxito. Genera empleos, ingresa divisas para la economía del país y contribuye al desarrollo regional.
La génesis, el crecimiento y la evolución de Cancún, constituyen un fenómeno social y una experiencia humana única en nuestro país. Cancún, cuyo nombre tiene resonancias prehispánicas, es el primer destino turístico del país integralmente planeado.
No surgió de la casualidad ni del azar. Nació de un esfuerzo de planeación que conjuntó talentos, sensibilidades y aptitudes para darle a México un centro turístico de excelencia en el Caribe, ese mar prodigioso que es mezcla de culturas.
Entre el mar y la selva se había abierto un espacio humano para la armonía y para el encuentro. En el mapa del turismo mundial, ya aparecía un nuevo destino luminoso: Cancún, como una obra de hombres y mujeres de carne y hueso, como una obra de la imaginación creadora de miles de seres humanos dispuestos a abrirle un espacio a la esperanza, dispuestos a forjar un nuevo destino.
El ocho de octubre de 1974, el territorio federal de Quintana Roo se transforma en estado libre y soberano. El 12 de enero de 1975, se promulga la Constitución Política de esta nueva entidad federativa, en la cual se consagra la división municipal del estado.
Los cancunenses no conocemos el pesimismo. Los cancunenses nunca nos hemos cruzado de brazos ante las dificultades. Los cancunenses trabajamos sin pausas en el presente, pero también pensamos en el mañana.
A pesar de haber soportado autoridades municipales y estatales de espíritu depredador, Cancún es una ciudad de gran proyección. Los cancunenses somos los protagonistas de estos 47 años.