Jorge González Durán Empresas fantasmas y la ruina

DEFRAUDAN AL FISCO

Las empresas fantasmas existen en casi todos los países, pero se afincan en las ciudades que tienen una importante dinámica económica como Cancún, porque sus promotores suponen que pueden pasar inadvertidos.

Pero se equivocan, porque las autoridades hacendarias y de la PGR monitorean con lupa precisamente a los lugares con mayor actividad económica, como Cancún, que es el principal destino turístico de Latinoamérica y el Caribe.

Las empresas fantasmas tienen el propósito de eludir el pago de obligaciones fiscales. Es decir, son empresas que se crean para defraudar, lo que ya es un delito grave. Sin embargo, existe la fundada presunción de que estas empresas también incurren en otro delito de mayor gravedad, que es el lavado de dinero.

Es decir, sus actividades se manejan en la más absoluta opacidad. En las sombras. Por eso se les denomina fantasmas.

No cumplen con sus obligaciones fiscales porque ocultan de diversas formas sus utilidades reales. Cambian constantemente de domicilio fiscal. No generan empleos reales ni contribuyen al progreso de una comunidad. Los operadores de estas empresas buscan socios ficticios muchas veces. O socios simulados.

Estas empresas son un peligro social. No sólo defraudan al fisco, no sólo engañan a los potenciales clientes de esas empresas metafóricas, sino que también afectan a la sociedad de manera directa. Al eludir el pago de impuestos impactan la ejecución de obras de beneficio social. Una de las razones de la crisis económica y financiera que vive nuestro país, se debe a la existencia de empresas fantasmas que funcionan mediante una ingeniería financiera diseñada para eludir con sus obligaciones.

En Cancún el SAT y la PGR están investigando, como es obvio, a muchas empresas sobre las que pesa la sospecha de ser “empresas fantasma”. La tarea que tiene el SAT no es fácil porque estas empresas cambian de fachada a cada momento.

Se sabe que entre los nombres que están siendo investigados se encuentra el de Danilo de Jesús Peniche Quintal, pez gordo que tiene socios de igual calibre.

Este caso, el de las empresas fantasmas en el Caribe mexicano, dará mucho de que hablar en los próximos días.

 

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