
Israel hace público terror en Kfar Aza; Hamas desata una brutal ofensiva, incluso bebés han sido asesinados
Por Agencias
Bajo el devastador ataque perpetrado por terroristas palestinos, el kibutz de Kfar Aza se sume en la desolación total con coches incendiados, casas destruidas y cadáveres que marcan el rastro de la ofensiva más sangrienta contra Israel en décadas.
La reportera Nicole Zedeck de i24NEWS detalla el horror encontrado por las autoridades israelíes en Kfar Aza, ubicado al sur de Israel, donde incluso bebés han sido víctimas mortales de la brutalidad terrorista de Hamas.
Desde su enclave en la Franja de Gaza, los terroristas de Hamas se infiltraron y lanzaron un asalto sin piedad, dejando cientos de israelíes muertos y tomando a docenas como rehenes en lugares como Kfar Aza, cercano a Sderot.
En una incursión liderada por las Fuerzas de Defensa israelíes, la prensa extranjera recorrió el martes la zona, testigo de la tragedia que ha envuelto a uno de los kibutz más afectados por la embestida.
El general de división Itai Veruv, enfatizando la atrocidad presenciada, declaró: «No es una guerra, no es un campo de batalla. Ves a los bebés, la madre, los padres, en sus dormitorios, en sus hogares, y cómo el terrorista los mata. Es una masacre, es terrorismo».
Mientras las tropas israelíes avanzaban casa por casa, recuperaban cadáveres de civiles y luchaban contra terroristas armados, la escena era desgarradora, con cuerpos de residentes encontrados en casas incendiadas y soldados enfrentándose a trampas explosivas.
A través de la valla metálica rota, que los combatientes de Hamas utilizaron para infiltrarse en el kibutz, se podía ver humo saliendo de Gaza, del otro lado.
El testimonio de un sobreviviente, Avidor Schwartzman, describe el terror total y paralizante vivido durante las 18 horas del ataque. Su hija de un año, afortunadamente, no emitió ningún sonido mientras la violencia se desataba a su alrededor. El kibutz, acostumbrado a ataques de cohetes, se vio enfrentado a una situación que parecía «entre una zona de guerra y el infierno».
Schwartzman ruega por el fin de la tragedia, instando a las autoridades a detener el derramamiento de sangre: «Por favor, paren esto, paren el derramamiento de sangre».