Investigaciones entrampadas

Playa del Carmen

 

Nada se sabe de las investigaciones en torno a la masacre perpetrada en el bar Blue Parrot, pues aunque se ha reforzado la seguridad y se despidió a dos directoras de Seguridad Pública, el causante de la muerte de cinco personas continúa en libertad, sin que se sepa siquiera su identidad.

La Policía Federal llega a Solidaridad con la impresión que la Policía Municipal no está dando el ancho.

Desde la ejecución del joyero al interior del mercado “Diana Laura Riojas”, en el corazón de la popular colonia Luis Donaldo Colosio, hasta los hechos acontecidos la madrugada del fatídico lunes 16 de enero, la escalada de violencia no ha disminuido.

La llegada de refuerzos ocurre en medio de ciertas polémicas situaciones que habían evidenciado la falta de capacidad para encabezar las direcciones de Tránsito Municipal y de la Policía Turística dirigidas por María Echeverría y Dulce Yuridia Ortega Gómez, respectivamente, y que les costara la “cabeza” luego del caso Blue Parrot, dejando al menos por 15 días estas direcciones claves sin titular ya que “de encargado de despacho queda el comandante Tenorio”.

Estos cambios se dan ante la presión mediática que se ejerció por casos como el de Belén, la joven argentina que viralizó un video donde relata la pesadilla de estar a punto de ser violada en la playa, así que varios aseguran que este movimiento era el comodín que la alcaldesa usó por las fallas en materia de seguridad pública.

Lo que más preocupa a la sociedad civil de Playa del Carmen es que los eventos relacionados con el crimen organizado, como la ejecución del “profe Frank”, en su taller mecánico y a plena luz del día, se agudizan ante la falla también de la Base de Operaciones Mixtas (BOM) en la cual están presentes los otros  niveles de Gobierno, integrada por Policías Ministerial, Estatal, Municipal en coordinación con la Marina y el Ejército Mexicano.

Las narcomantas que aparecieron un día después de la matanza en el corazón turístico de la ciudad son un indicio de que la disputa continuará. Firmados por “Fayo Z vieja escuela” y amenazando al Cártel del Golfo, los pelones y chapulines, los narcomensajes quedan como una amenaza también para la población que lee entre líneas: prepárense para lo que viene.

 

 

Por Luis García > Quequi

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