Intimida labor periodística
CANCÚN
Por Mario Morales Cruces > Quequi
Manuel Alamilla Ceballos, oficial mayor del Gobierno del Estado, atenta contra la libertad de expresión al proferir amenazas contra el director general de este periódico, después de verse exhibido por su falta de transparencia y ética.
“Te va a ir mal a ti. Me voy a encargar. Aunque este fuera (sic)”, fue lo que le escribió Alamilla Ceballos a José Alberto Gómez Álvarez a través de un mensaje de Whatsapp, en un acto intimidatorio que atenta contra la libertad de expresión.
El oficial mayor, quien se dijo “preocupado por todo esto que está saliendo” incluso lo reta: “Contéstame, ten la valentía”, le lanza. “Márcame”.
“Mi imagen con el gobernador… es tú culpa”, se lamenta previamente. “Te iba a invitar a una reunión, pero jamás lo voy a hacer”.
Quequi ha dado cuenta de cómo Alamilla Ceballos mintió en su declaración patrimonial, al marcar con un “no” la casilla donde se pregunta si su cónyuge trabaja para el gobierno, pese a que ella, Tristana Hernández, ya había sido colocada como directora de Imagen.
También dio cuenta de cómo ella obtuvo un contrato por asignación directa por parte de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de Energía en 2014, por más de 97 mil pesos, justo cuando Alamilla Ceballos fungía como jefe de Oficina de la Secretaría de Energía, hecho de cuestionable probidad.
Al denunciar estos actos, este medio de comunicación cumple con su función social de informar a la ciudadanía de hechos que considera relevantes, lo que es fundamental para cualquier democracia. Sin embargo, este funcionario no entiende que como servidor público se debe ante la ciudadanía y ha preferido, en lugar de la transparencia y la rendición de cuentas, intentar silenciar nuestro trabajo, a través de las amenazas.
Pero Alamilla Ceballos se equivoca si piensa que, debido al cargo que ostenta, puede intimidar o intentar condicionar nuestra labor periodística, pues no dejaremos de informar la verdad.
La actitud del oficial mayor es frontalmente opuesta a la del gobernador Carlos Joaquín González, quien en la misma mañana en la que rindió protesta a su cargo, decidió reunirse con integrantes de la prensa a quienes les prometió una sana convivencia, sin más censura y control.
“La relación con los medios será de libertad total, no habrá opacidad; bienvenidas las críticas constructivas”, dijo entonces, afirmación que ha refrendado una y otra vez en distintos encuentros con la prensa.
Por ello, difícilmente el gobernador tolerará este tipo de acciones por parte de un integrante de su gabinete, quien debiera usar el poder que le fue conferido para servir a la ciudadanía, no para beneficiar a familiares y menos para amenazar a periodistas que cumplen con su importante labor social.