Inconformes, por obras a medias en mercado
Por Sergio López Lara > Quequi
Malestar e inconformidad ha generado entre los locatarios del mercado “Andrés Quintana Roo” por las obras de remodelación que se realizan en los pasillos, por parte de autoridades del municipio de Othón P. Blanco, debido a que los sacaron a la calle, improvisando pequeños puestos de lámina, bajo el pretexto que es para dar una nueva imagen, no así a los locales que padecen de cuarteaduras, goteras en techos y paredes que cuentan con más de 30 años de antigüedad.
Mediante un recorrido realizado por reporteros de Quequi por el pequeño mercado, ubicado en la confluencia de las avenidas Bugambilias con Flor de Liz, de la colonia Jardines de esta ciudad, donde se encuentran alrededor de 70 locales de los que un 30% se encuentran cerrados, debido a las bajas ventas, además de que sus propietarios no pudieron pagar en tiempo y forma los impuestos que cobra el Ayuntamiento, aseguran los locatarios de este centro de abasto.
Los inconformes indicaron que sin previo aviso, las autoridades de la Comuna capitalina construyeron alrededor de 20 pequeños locales con láminas de zinc y estructura de metal, exigiéndoles se pasaran a los mismos con sus mercancías, debido a que por espacio de tres meses iban a trabajar en la remodelación de los pasillos para dar una nueva imagen al centro de abasto, sin importarles que se estén perdiendo los productos que expenden por las altas temperaturas que se registran en estos momentos, además de sufrir bajas ventas, robos e inclemencias del tiempo.
Afirman que las autoridades, así como sus representantes, en ningún momento les informaron sobre estas obras, costo y tiempo que iban a durar, además de que a sus locales no se les está haciendo reparación o remodelación alguna; aseguran que además de las bajas ventas, pérdida de mercancía por la intensa ola de calor, están sufriendo robos, por lo que algunos de los locatarios afectados prácticamente se están quedando a dormir en estos changarros improvisados, por temor a perder el poco producto con el que cuentan en estos momentos y que consiguieron con mucho esfuerzo, ya que continúan pagando por haberlos adquiridos a crédito.