Identidad nacional deportiva; ¿El equipo de sóftbol tiró a la basura los uniformes de México?

Por Dylan Vera Silva

Siempre ha existido una relación romántica entre Estados Unidos de Norte América y los Estados Unidos Mexicanos, en la que el amor y el desamor ha caracterizado la realización de acuerdos internacionales y permisos otorgados en torno a los aspectos económicos, políticos y sociales, que van desde el tratado MCLANE-OCAMPO, en el que el “héroe” Benito Juárez ofrecía a EUA,  parte del territorio nacional a cambio de su ayuda en la lucha contra los conservadores y el Imperio de Maximiliano y concedía a los ciudadanos y bienes de los Estados Unidos derecho de tránsito a perpetuidad por el Itsmo de Tehuantepec. Bueno o malo, es un gran precedente.

Pero sin duda el acuerdo que marco la historia de México para siempre es el programa Bracero, que oficialmente se llamaba, Programa de Trabajo Agrícola Mexicano, establecido mediante un decreto federal, por EUA en 1942. Pero ¿Por qué es esto relevante?, hacia allá vamos. Este acuerdo es importante pues es cuando Estados Unidos y México (nombres no oficiales de ambos países) crearon la posibilidad de que miles de mexicanos migraran legalmente a trabajar al país del norte para apoyar por la falta de mano de obra, consecuencia de los esfuerzos de guerra de Estados Unidos, al enviar a su fuerza laboral a Europa para combatir en la 2da Guerra Mundial.

Claro que esto dejó la idea en los mexicanos de una vida menor, pues a pesar de que los sueldos ofrecidos eran bajos, seguían siendo mucho mejores que los ofrecidos en territorio mexicano. La calidad de vida, los servicios y la facilidad con la que los trabajadores comenzaron a generar ingresos y a experimentar una calidad de vida diferente, los empujó a correr la idea de que “en el norte se vivía mejor”. En efecto, como se lo pueden imaginar, existían muchos abusos (como en la actualidad). Los braceros, no solo sufrieron de discriminación, si no que vivían expuestos a pesticidas mortales.

¿Por qué entonces siguieron buscando la salida de México?, bueno, la respuesta está en la calidad de vida, simplemente incomparable. Esta situación ha traído diversas consecuencias, como la dependencia brutal que existe de las remesas (dinero enviado de los migrantes mexicanos a sus familias en México), lo que reforzó la idea de que en las zonas rurales, es extremadamente común que algún miembro de la familia, emigre para enviar dinero y poder salir adelante, decisión duramente criticada y poco entendida por los sectores privilegiados de México.

Evidentemente, los migrantes mantenían una fuerte identidad nacional, pues en el fenómeno migratorio mexicano, como elemento particular, se encuentra siempre la idea y el deseo de regresar a su tierra, es decir, cuando salen del país, casi siempre sigue existiendo la idea de que ellos van a regresar algún día y por eso se mantienen enviando dinero y construyendo en territorio mexicano mientras trabajan horas excesivas y se enfrentan a abusos laborales en territorio norte americano, pero, por la familia todo vale la pena ¿no?.

Una vez que ya se entendió de donde viene esta idea y cual es el principal (hablando en casi todos los casos) motivo de la migración, también hay que ver una de las consecuencias sociales, la cual es la aparición de una nueva generación de estadounidenses denominados Mexico-americanos. Los cuales tiene como característica una cierta identidad nacional mexicana, sin llegar a conocer realmente la cultura del territorio azteca, un dominio perfecto del Inglés y muy pocas habilidades para hablar español (claro, como podría ser diferente si los padres en general no asistieron a la escuela por falta de oportunidades y ellos van a escuelas americanas, claro, en inglés) y cierto amor por México.

Hoy hemos sido testigos de un suceso que ha impactado al deporte, pues todo este camino ha dejado su huella en Juegos Olímpicos. Se trata del caso del equipo de softball mexicano, conformado por jóvenes estadounidenses que tiene cierta herencia mexicana por uno de sus padres o abuelos. Este tema se ha complicado pues desde el inicio del evento, fue notorio que las chicas por sus redes sociales y videos claramente muestran que su idioma predominante es el inglés, ¿Atletas representando a un país cuyo lenguaje es diferente?, no seamos cerrados, el mundo y la globalización, sumado a todo el camino histórico, nos han llevado a esto.

El problema está en esperar que; Stefanía Aradillas, Suzannah Brookshire, Bryttany Cervantes, Dallas Escobedo, Tatyana Forbes, Chelsea González, Sierra Hyland, Taylor McQuillin, Danielle O’toole, etc, sepan algo fuerte de las leyes y cultura mexicana, tomando en cuenta que en Estados Unidos, se puede usar la bandera nacional como elemento de marketing en diversos productos, a diferencia de México, que nuestra bandera se respeta en cualquier uniforme y debe ser cuidada de forma honorable y excepcional. ¿Notaron los nombres? ¿Ven por que era importante entender el contexto histórico?

Y no, no estoy diciendo que las chicas sean hijas de campesinos, pero la idea de la migración viene en gran medida de el fenómeno antes descrito. Las chicas de este equipo, fueron señaladas hoy, debido a que después de la, regular, actuación de este conjunto norteamericano vestido de México en Tokio 2021, fueron exhibidas al haber tirado a la basura los uniformes nacionales, prefiriendo llevarse almohadas y colchas en lugar de este legado que fue otorgado por el Comité Olímpico Mexicano, y después nos quejamos de que no hay apoyo.

Fueron expuestas con fotos en twitter por parte de las boxeadoras, que por cierto son históricas, Brianda Tiara y Esmeralda Falcon. ¿Qué sigue?, ya se ha emitido un comunicado por parte de la federación mexicana de Softball, pidiendo disculpas y exponiendo su preocupación, enfatizando en una búsqueda profunda de los motivos de este deplorable acto. Ahora debemos revisar a fondo las normas y criterios para seleccionar a las jugadoras pues, las actuales, dejaron muy claro que no les interesa representar a México con orgullo, si no como solo un medio ara asistir a JO, por su incapacidad de representar a su equipo de EUA.

Este deporte que en 1991, fue seleccionado para debutar en los juegos olímpicos de verano de 1996, en Atlanta, Georgia, tiene cierta popularidad en el sur del país, en comunidades rurales, por lo que se hace un llamado a las autoridades de reflexionar sobre si se está poniendo en el lugar adecuado el apoyo y el valor o simplemente estamos frente a un caso más de tráfico de influencias, de cualquier forma el daño ya está hecho. Sí, son una vergüenza, pero es peor darte cuenta que en el país no existe el apoyo suficiente. ¿Tú que piensas?.

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