Ichkabal ya se considera un referente de las zonas arqueológicas de la Península

Bacalar, 23 de febrero.— A poco más de un mes de que se abrió su acceso al público, la zona arqueológica de Ichkabal, “entre bajos”, en lengua maya, ubicada a 40 km de esta cabecera municipal y 75 de Chetumal, se ha convertido, con su monumentalidad, en referente que da nuevo sentido a los recorridos por los sitios arqueológicos de la Península de Yucatán.

La antigua ciudad maya, que de acuerdo con estudiosos de esa cultura, supera a Chichén Itzá, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, en monumentalidad, se abrió luego de dos años de diálogo entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y autoridades ejidales, que el pasado 10 de enero firmaron un Convenio de Ocupación Previa sobre 113 hectáreas, que incluye el área nuclear de Ichkabal.

Con su apertura, derivada de la aplicación del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), inserto en el proyecto prioritario del Tren Maya, suman 194 los sitios patrimoniales de origen prehispánico habilitados para su visita pública en el país.

El acuerdo da certeza jurídica al proyecto de investigación, conservación y divulgación cultural que el INAH emprende en la zona arqueológica, en beneficio de 165 ejidatarios y sus familias, al generar oportunidades de desarrollo económico y social para las comunidades aledañas a la zona.

Este sitio arqueológico, que due dado a conocer al mundo por el arqueólogo Enrique Nalda, fue registrado el 30 de enero de 1996. En los últimos 20 años el INAH realizó labores de la prospección arqueológica, limpieza, conservación y restauración de estructuras monumentales, restos de estuco y pintura mural, con equipos de trabajo liderados por especialistas.

Se considera que entre los años 200 a.C., y 200 d.C., la urbe jugó importante papel en el desarrollo del estilo arquitectónico conocido como Petén. Fue contemporánea de capitales como Calakmul y Tikal, en Campeche y Guatemala, respectivamente, con las que compartió el apogeo del Clásico maya (200 al 600 de nuestra era).

Cuenta con estructuras particularmente altas en esta región cultural, muchas de las cuales superan los 40 metros de altura y, comúnmente, se agrupan en conjuntos triádicos, es decir, con elementos vinculados entre sí.

A partir de la entrada, veredas rodeados de vegetación llevan hacia impresionantes estructuras que definen la magnitud del sitio. Producto de casi dos mil años de aislamiento, la naturaleza reclamó su espacio y es común ver estructuras coronadas con grandes árboles.

Las dos estructuras principales alcanzan alturas de 36 y 42 metros. Desde lo alto, los más osados pueden disfrutar de una vista panorámica de la vasta selva maya, un tapete verde que parece no tener fin se extiende en los alrededores de Ichkabal.

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