Iba a morir por ‘soplona’

Por Redacción > Quequi

Por confusión, internas del área femenil del Centro de Reinserción Social (Cereso) amenazan y tratan de asesinar a Karla Teresa Blancas Pizaña, exdelegada de Liconsa, acusada del homicidio de su esposo, Marco Aurelio Gutiérrez Vélez, después de que fue interrogada por agentes de la Procuraduría General de la República y Fiscalía General del Estado, por su presunta relación con el exgobernador Roberto Borge Angulo y Claudia Romanillo Villanueva, exdirectora del Instituto del Patrimonio Inmobiliario de la Administración Pública Estatal (IPAE), hoy prófuga de la justicia.

La noche del pasado jueves, un grupo de internas comandado por Shirley Adeth Arnold, quien en reiteradas ocasiones se ha portado de manera agresiva con sus demás compañeras por mantener el control del área femenil, trató primeramente de agredir a Blancas Pizaña y a una compañera de celda, Carolina Rosales, por estar relacionándose con su pareja sentimental Heriberto Campos Martínez, alias “El Diablo”, quien mantiene el autogobierno al interior del Cereso.

La información recabada señala que el intento de agresión y amenazas que recibió Blancas Pizaña por parte de la población penitenciaria, se debió a que estaba proporcionando información de las actividades ilícitas que se registran al interior de este penal, cuando en realidad la entrevista sostenida con agentes federales y ministeriales fue para determinar su relación con el exmandatario, quien está recluido en Panamá, en espera de ser extraditado.

Entre otros cuestionamientos que se le hicieron a la exdelegada de Liconsa en Quintana Roo, fue su relación con Claudia Romanillos Villanueva, exdirectora del IPAE, acusada de vender terrenos de alta plusvalía a amigos y conocidos del exmandatario estatal, a precios sumamente bajos sin contar con la autorización de autoridades federales y Congreso del Estado, debido a que muchos de estos son reservas naturales en donde se encuentran grandes hectáreas de selva y bosque, así como especies en peligro de extinción.

Autoridades penitenciarias aseguran que se han reforzado las medidas de seguridad al interior del área femenil del Cereso para evitar cualquier posible agresión en contra de Karla Blancas Pizaña, sin descartar que se pueda trasladar a un lugar más seguro, como lo es el Centro de Internamiento para Menores Infractores que se encuentra a unos metros de la cárcel en que se encuentra actualmente recluida.

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