Honran fe de trabajadores

Conmemoran autoridades a los obreros en el Día de la Santa Cruz en la demarcación.

Cuajimalpa
Por Redacción

Con flores, rezos y mucha gratitud, trabajadores del campamento de Adocreto celebraron el Día de la Santa Cruz, una fecha con hondo arraigo entre quienes se dedican a la construcción y al trabajo rudo que hace posible el crecimiento urbano. Este acto no solo honra una tradición católica, sino que también reconoce el valor humano detrás del concreto y el ladrillo.

La ceremonia fue acompañada por representantes de la alcaldía, encabezada por Carlos Orvañanos Rea, quienes aprovecharon la ocasión para expresar su agradecimiento a quienes, día con día, levantan estructuras y dan forma a la ciudad con sus manos. En un ambiente fraterno, se compartieron alimentos y palabras de aliento.

El alcalde Orvañanos Rea reconoció públicamente la entrega, compromiso y espíritu de servicio de las y los trabajadores del campamento, subrayando que su labor es vital para el desarrollo de la alcaldía. “Sin ustedes, no hay cimientos ni comunidad que avance”, expresó durante su intervención.

La celebración incluyó una misa en honor a la Santa Cruz, símbolo protector para las y los obreros de la construcción, seguida de una convivencia en la que no faltaron las risas, anécdotas y el sonido alegre de la música regional. Las cruces adornadas con flores encabezaron el altar improvisado que recibió las bendiciones del día.

Más allá del acto religioso, este festejo se convirtió en un recordatorio de que el progreso tiene rostro, manos callosas y corazones generosos. La alcaldía reafirmó su compromiso con la dignificación del trabajo obrero, como parte fundamental de su visión social.

El Día de la Santa Cruz no solo une a quienes trabajan con materiales pesados, sino que también fortalece el tejido comunitario al reconocer la humanidad detrás del trabajo. Es, en palabras de los propios obreros, “el único día del año en que se les ve como algo más que parte del paisaje”.