Graves protestas en Hong Kong
Por Agencias Quw
El plan de las autoridades de Hong Kong de reabrir Cross-Harbour, el túnel más importante de la ciudad y cercano a la zona universitaria, derivó ayer en uno de los enfrentamientos entre policías y manifestantes más graves de los cinco meses de protesta. Un agente ha recibido el impacto de una flecha en la pierna tras estallar una batalla campal frente al campus de la Universidad Politécnica. Los manifestantes lanzaron además ladrillos y cócteles molotov a los antidisturbios, que emplearon gases lacrimógenos y cañones que lanzaban un líquido azul.
Los agentes han recurrido a gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes en la calle Nathan, en el distrito de Mong Kok del área urbana de Kowloon y donde había ladrillos desperdigados; en el distrito de Yau Ma Tei; más al sur, y en el este de Kowloon.
DISPAROS
Hong Kong vive una de las jornadas más violentas de los cinco meses de protesta Un manifestante en Hong Kong, en estado grave tras recibir un disparo de la policía
En la noche del sábado al domingo, en el campus, los fuegos iluminaban el cielo. Eran cócteles molotov, algunos lanzados con grandes tirachinas. La policía usó gases lacrimógenos para tratar de empujar los manifestantes a espacio abierto. «La violencia policial ha sido desmesurada. Los manifestantes han reaccionado a las acciones de la policía. No hemos contraatacado como deberíamos. Estoy dispuesto a ir a la cárcel. Estamos luchando por Hong Kong», indicó Joris, un ingeniero civil de 23 años, en el patio de la universidad, la última aún ocupada de cinco y que está siendo usada para bloquear el túnel Cross-Harbour, construido bajo el agua. Por la tarde, los manifestantes respondieron a cada empleo de los cañones de agua con cócteles molotov.
La policía trató de desalojar el túnel Cross-Harbour, pero los manifestantes se refugiaron tras paraguas (uno de los símbolos de la protesta) y prendieron fuego a escombros, lo que generó pequeñas explosiones que llevaron a muchos a huir. La policía recurrió a una nueva táctica de dispersión: un «aparato acústico de larga distancia». Los enfrentamientos se producen un día después de que soldados chinos salieran brevemente de sus cuarteles en Hong Kong para ayudar a limpiar los escombros y barricadas dejadas por una semana de caos y violencia, marcada por la muerte de un hombre de 70 años, que recibió un ladrillo en la cabeza cuando intentaba desmontar unas barricadas de los manifestantes.