
Gino: Sí a otro muelle, pero sin afectaciones
El senador por Quintana Roo hace un llamado para revisar la ubicación del proyecto en Cozumel.
CANCÚN
Por Blanca Silva
En medio de la inconformidad de los cozumeleños por la construcción de un cuarto muelle de cruceros, el senador por Quintana Roo, Eugenio Segura, hizo un llamado a revisar la ubicación del proyecto, debido al daño que causaría al Arrecife Mesoamericano y el impacto social negativo que tendría al ser la única zona que disfrutan los cozumeleños para hacer esnórquel de manera gratuita.
De esta manera, el también presidente de la Comisión de Turismo del Senado de la República, se sumó a las voces que rechazan el proyecto, pero en este caso, para pedir su reubicación de ser necesario, al considerar que más allá de los permisos ambientales, se debe considerar también el impacto social que tendrá para los habitantes de la “Isla de las Golondrinas”.

“Yo lo que les digo para contestar la pregunta, es que hay que revisar muy bien en dónde (se construirá) el cuarto muelle, porque si en ese lugar va a tener una implicación ambiental negativa y además una implicación social negativa, mi postura sería en contra”, afirmó.
Entrevistado al respecto, consideró que la construcción del cuarto muelle en Cozumel es un tema delicado en Cozumel, tras sentarse a platicar sobre el mismo con la ciudadanía cozumeleña la semana pasada, debido a la ubicación del proyecto.
Más allá de la ampliación del muelle SSA o la construcción de un cuarto muelle, dijo que “el punto al que quiere llegar, es que el problema no es que exista un cuarto muelle, sino donde está el proyecto del cuarto muelle”.
“Me refiero a que si está en un punto en el que ambientalmente puede tener un daño muy fuerte al arrecife, puede tener un daño muy muy fuerte al segundo arrecife más importante del mundo que es el Mesoamericano, que lo tenemos en Cozumel, y además tiene una problemática social bien fuerte, porque ese arrecife es la única zona de la isla en donde los locales pueden esnorquelear sin un permiso de la Conanp (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas)”, aseveró.
“Entonces, le estarías quitando el acceso a los cozumeleños de poder esnorquelear en una isla”, dijo tras reiterar que “no es que esté yo en contra de que haya un cuarto muelle, lo que estoy diciendo es que hay que analizar dónde se puede hacer el cuarto muelle”.
Sin embargo, dijo que no tiene conocimiento si el proyecto ya cuenta con permisos autorizados de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pues no ha revisado los documentos y no sabe si está o no actualizada la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
Por ello, dijo que revisará el proyecto de la misma manera que está seguro lo hará el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Cozumel, tras dejar en claro la necesidad de “revisar muy bien en dónde estará el cuarto muelle, porque si en ese lugar va a tener una implicación ambiental negativa y además una implicación social negativa, mi postura sería en contra”, puntualizó.
Lo anterior, luego de que el proyecto ha generado una serie de reacciones y protestas de organizaciones y habitantes de Cozumel, debido a la amenaza que representa para el arrecife Villa Blanca y la playa Mantarraya, que representa el último espacio público para el disfrute recreativo de la población y de los turistas, que se utiliza también como zona de entrenamiento para atletas de la isla.

De acuerdo con la organización CIMAC, el cuarto muelle destruiría un ecosistema coralino crucial para la biodiversidad marina, al ser el hábitat de especies endémicas y en peligro de extinción, además de fungir como barrera natural contra huracanes y la erosión costera.
De concretarse el proyecto, advierte que también afectará la zona de manglar, vital para la reproducción de especies marinas y filtro natural para proteger la calidad del agua, además de ayudar a mitigar el cambio climático.
La organización alertó que la empresa que presentó el proyecto y la MIA, negó la existencia de pastos marinos en la zona, omitió el arrecife Villa Blanca, minimizó el impacto en la biodiversidad marina y pasó por alto las consecuencias que tendría para la sociedad.