GERMAN GALLEGOS CRUZ. La Mesa De Las Nauyacas
EGOÍSMO, ENVIDIA Y MEZQUINDAD
Atento recado a Pepe Gómez, presidente del grupo Quequi.
Apenas el gobernador electo, Carlos Joaquín González, dio a conocer el equipo que ha de recibir con profesionalismo y minuciosidad los haberes y deberes de la administración que termina, los ánimos se inflamaron al grado de la explosión. Cómo es posible que no haya ningún político de oficio, de experiencia probada, de cuna chetumaleña, gritaron unas voces. Si fue precisamente Chetumal y su población, quienes más aportaron para lograr el triunfo electoral (protestaron otros). Carlos Joaquín González, tendrá que acostumbrarse al reproche mal intencionado de muchos.
Si bien es cierto que no están todos los que deberían estar, también es cierto, que están todos los que son necesarios para el trabajo encomendado. Dicen unas voces: ¿Qué pasa? ¿Por qué no hay chetumaleños?, carajo, a menos que Martha Silva, Candy Raygoza, Héctor Peña y Homero León, se hayan cambiado ayer de domicilio. Que yo sepa, son capitalinos de gran arraigo en la ciudad sureña, cuna de los poderes políticos de Quintana Roo. Son personas que se jugaron el «pellejo» apoyando a Carlos que desafío al «Establishment» con el valor necesario para soportar toda clase de amenazas y acosos del poder político autoritario. Creo que es justo que el gobernador electo, no solo busque en sus leales compañeros de lucha, a las personas idóneas para el encargo de recepcionar poder y administración del gobierno saliente, sino también a quienes ya probaron con valor y lealtad que son gentes confiables. ¿Quién podría negar que Chetumal sea un granero de políticos de experiencias y capacidades probadas? Absolutamente nadie. Pero también, ¿Cómo poder ocultar que esos políticos eficientes, jugaron con el equipo contrario, que no solo simpatizaron con el adversario de Carlos, sino que obstaculizaron, muchos de ellos hasta con mala fe, las intenciones del candidato ganador? Así que, como dice el refrán: Amor con amor se paga y lo demás con dinero, o con penas. Dicen los que saben de política, que este equipo, no necesariamente será el que conforme el gabinete de Carlos Joaquín, aunque indiscutiblemente son personas de la más alta confianza del gobernador electo. Desde mi punto de vista, es un equipo profesional, de grandes capacidades, salvo dos ó tres «prietitos» en el arroz, (qué espero no sean ratificados en el gabinete) la selección puede calificarse como justa y tendiente a la perfección. Hay un 40% de mujeres, y eso habla bien del gobernador electo. Parece que termina con el discurso demagógico de la equidad de género solo en papel. Este porcentaje de mujeres en el equipo de transición, marca el derrotero de la próxima administración. Habrá muchas mujeres en el servicio público. Creo que es una muestra sobria del sello que ha de prevalecer de aquí en adelante, en la política quintanarroense. Los gritos destemplados de los «voceros» gratuitos, que reclaman espacios para los que no estarán en la «fiesta”, son inequívocamente gritos inspirados en el Egoísmo, la envidia y la mezquindad…
LA SEGURIDAD, SIN SEGURO…
Tema recurrente, es la Seguridad Pública. ¿Cuánto le cuesta al estado, cuidar de la sociedad? Hay una confrontación soterrada de la ciudadanía y los cuerpos de seguridad. A las policías, del origen y rango que sean, se les etiqueta con los adjetivos más crueles y rudos que encuentran: Corruptos, ladrones, déspotas, etc. Salvo muy contadas excepciones, que sale de vez en cuando un aislado elogio. ¿Pero realmente conocemos la situación de estos ciudadanos?, Ellos, que están sometidos a grandes presiones; ¿sin incentivos que les motiven, sin seguridad social que les proteja, sin salarios justos que les garanticen satisfacción básica a su familia? Qué difícil es desarrollar una actividad donde a cada rato expones la vida, sin que el patrón, en este caso el gobierno, tenga una mínima preocupación por mejorar las condiciones de trabajo de las fuerzas del orden. No hace mucho, los elementos de seguridad pública de Tulum, se rebelaron contra el presidente municipal David Balam Chan, por ignorar olímpicamente las justas demandas de un mínimo mejoramiento en sus condiciones de trabajo. Y así como la policía de Tulum, están las de otros municipios y las del propio estado. No se pueden ignorar las condiciones de trabajo, del personal de la procuraduría de justicia del estado, incluyendo bajos salarios y horarios ilegales. Es un caso que preocupa. Si se piensa dar un giro radical a las políticas públicas en la inminente nueva administración, soslayar urgente atención, en materia de seguridad, sería un error. Es muy necesario profesionalizar a nuestras policías, pero antes de cualquier acción, es menester mejorar sus condiciones laborales. Seria pernicioso justificar actos de corrupción por los bajos salarios; pero sería mucho más dañino hacerse de la vista gorda y sumarse al coro social de detractores por inercia. Esta reflexión, lleva la intención de tocar la puerta del gobernador electo, Carlos Joaquín para plantearle solución urgente al renglón seguridad pública. Las políticas sociales ya están palomeadas y creo que en la sumatoria de estos dos renglones. Esta la solución integral. La frase: Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano…Martin Luther King.