GERMAN GALLEGOS CRUZ. La Mesa De Las Nauyacas

 

 CANCELANDO…

 Atento recado a Pepe Gómez, presidente del grupo Quequi.

Sin duda alguna, el gobernador electo Carlos Joaquín González, recibirá una montaña de problemas que resolver, ninguno es menor, si quiere hacernos sentir el cambio que ha prometido. Entre esa montaña de problemas, destaca uno que puede ofrecer la percepción de un giro radical de hacer política, para beneficio de la clase trabajadora. Desde el nacimiento como estado libre y soberano, Quintana Roo ha sido gobernado por una clase política emanada del PRI (Partido Revolucionario Institucional), partido que ha utilizado la dádiva como pago a favores políticos, complicidades y lealtades entre su militancia. Se reparten valiosas tierras, concesiones de todo tipo; Patentes para vender alcohol, notarías públicas; pero donde se ha caído en una exageración perniciosa, es en el reparto de concesiones (placas) de taxis. No hay final de sexenio donde no se repartan una ingente cantidad de «placas» a los amigos.

Hay expresidentes municipales, exdiputados, ex secretarios y amigos en «funciones» que reciben la inmerecida dádiva, en detrimento de los trabajadores del volante (martillos) que llevan muchos años esperando que se mueva el lentísimo escalafón, para recibir en justicia la anhelada concesión. Este tipo de injusticias deben desaparecer para siempre. En todos los sindicatos de taxistas, a lo largo y ancho del estado, hay más concesionarios por recomendación, que por derecho. Si Carlos Joaquín González, gobernador electo, manda hacer una revisión minuciosa de quienes usufructúan un derecho, sin «derecho» se encontrara que muchos recomendados poseen hasta veinte o más concesiones de taxis para provecho personal.

¿Qué méritos tan especiales tiene un ex servidor público para que se le «premie» de tal manera, y deje en el camino a los que por justicia y derecho deberían recibirlas? Con toda seguridad Carlos Joaquín debe estar enterado que la gran mayoría de taxistas «martillos», abrazaron la causa del cambio y votaron por el proyecto político que él encabezó. Luego entonces; aplicando la justicia que la ciudadanía espera, nada sería tan contundente, que cancelar todas las concesiones que de manera injusta, le birlaron a los auténticos trabajadores del volante, en aras de satisfacer los apetitos insanos de los que por costumbre le han robado al pueblo (los mal llamados servidores públicos), Creo que esta acción le otorgará más votos de confianza a la próxima administración estatal. No dudo que habría resistencias y hasta protestas de los beneficiarios por favores prestados, pero siendo un acto de auténtica justicia, pronto vendría la calma. Todo mundo sabe hasta fuera de este gremio, que debido a la sobre saturación de concesiones, los verdaderos trabajadores de esta necesaria actividad pasan las de «Caín» para juntar la cuota que le cobra el concesionario, amén de la angustia que significa juntar también para el gasto de su casa. Si el próximo jefe del ejecutivo estatal, toma en cuenta esta petición de muchos, traerá gran alivio a tantos hogares quintanarroenses. Dice un taxista «martillo» de Tulum; llevo 17 años esperando mi turno y veo con desesperación que mi turno no llega. Fui testigo de la entrega de más de diez concesiones a la expresidenta de Cancún Magaly Achach, no sé cuántas concesiones tiene en nuestro sindicato Román Quian Alcocer, Filiberto Martínez Méndez y otro ex, que ni siquiera viven en nuestro municipio, eso es lo que «chivea», que te hagan a un lado, por beneficiar a gente que nunca han trabajado de taxista, solo cheque usted el día que hay asamblea general, cuanta gente extraña a nuestro gremio llega de otras partes. Me daré a la tarea de investigar, cuantos ex servidores públicos de todo el estado, tienen placas de taxis en Tulum y le paso el dato para que nos haga el favor de ventilarlo a la opinión pública (remató el taxista). Cuando escuchas historia de esta índole, por supuesto que se desestabiliza emocionalmente cualquier ser humano, y surge de manera espontánea la pregunta: ¿Tendrán necesidad estos señores adinerados de robarles la esperanza y de paso un pequeño patrimonio a estos hombres y mujeres, que exponen la vida diariamente manejando un taxi? Creo que en honor a la justicia, no debería esperar que el próximo gobernador les cancele sus mal habidas concesiones, y por voluntad propia, renuncien a ellas.

 

PARO SUSPENDIDO…

Cuando hay buena voluntad, se pueden hacer maravillas. David Balam Chan, presidente municipal de Tulum, primero atendió al demonio de su arrogancia y bateó las justas peticiones de los elementos de Seguridad Pública. No hubiera habido necesidad de plantarse en los bajos del palacio municipal, para gritar a los cuatro vientos que eran víctimas de tremendas injusticias. Cuando el agua le empezó a llegar a los aparejos, también le llegaron la humildad y la cordura. Solicitó la mediación del diputado local Víctor Mas Tah y de la expresidenta municipal Edith Mendoza Pino y encontraron una solución aceptable para levantar el campamento de la protesta. Creo que el presidente David Balam, pudo haber resuelto el problema, si lo que hizo ayer, lo hubiese hecho hace una semana. Pero como dice el refranero: Más vale tarde que nunca. La frase: Amor con amor se paga y lo demás, con dinero…Refrán anónimo.

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