Germán Gallegos cruz

GERMAN GALLEGOS CRUZ. La Mesa De Las Nauyacas

 

HUELE MAL…

Atento recado a Pepe Gómez, presidente de Grupo Quequi.

Sin temor a equivocarme, se han utilizado ríos de tinta para escribir exigencia imperativa a la clase gobernante de cesar la corrupción e impunidad. Distraídos en estos propósitos, nunca damos cuenta de la corrupción e impunidad de un sector social igualmente corrupto: la prensa, los medios de comunicación, salvo contadas excepciones. En los años previos a la Revolución Francesa, el escritor anglo-irlandés Edmund Burke, acuñó el adjetivo cuasi profético de «el cuarto poder» para referirse a la prensa. Mirando hacia el futuro alertaba de la influencia que lograría acumular para la toma de importantes decisiones en la historia humana por escribir. En tiempos modernos muchos críticos consideran que la prensa no se limita a reflejar la opinión pública, sino que puede crear esa misma opinión pública, para beneficio social, o para beneficio propio. Sobran ejemplos que anotar como botones de muestra, para en contraparte denunciar los abusos en que han caído los medios de comunicación en nuestros días. Las fortunas insultantes y de rápidas hechuras que exhiben sin rubor alguno los dueños de medios de comunicación, son dineros mal habidos también. El modo más socorrido de participar en el «banquete» sin ser invitado, es el chantaje. La mayoría de los medios de comunicación, salvo contadas excepciones, insisto, se han convertido en auténticos c{arteles del «crimen organizado» institucional, que cobran jugosas cuotas, vía «convenios» con instituciones gubernamentales, equiparables a cobros de «derecho de piso» y nadie hace comentario alguno respecto al tema.

Las fortunas de directivos de medios locales, para no ir tan lejos están a la vista. Surgen como nuevos potentados de la noche a la mañana, que ostentan sin cargo de conciencia alguno, riquezas faraónicas, que se traducen en: palacetes en México y en el extranjero, grandes extensiones de tierras en zonas de alta plusvalía, ranchos ganaderos, haciendas coloniales, restaurantes de lujo, giros negros, (prostíbulos) yates, viajes en aviones privados de renta o propios, etc. Ha de ser ilustrativo, comentar el «modus operandi» de estas organizaciones de hacer riquezas fast track. Contratan a golpeadores “sicarios de la pluma”, para mandar mensajes amenazantes a servidores públicos o empresarios que pretenden chantajear, dichos golpeadores, no deben tener antecedentes maternos, pues han de recurrir a los recursos más hirientes contra la víctima seleccionada o contra su familia. La calumnia, las injurias, el adjetivo que humilla, son parte del arsenal que utilizan estos delincuentes impunes (los sicarios de la pluma) para doblegar a la víctima. ¿Quién osa cuestionar la conducta delincuencial de esta fauna nociva? Prácticamente nadie, pues el peligro de caer en sus garras y ser destrozado moral, física, y económicamente. Nauseabunda podredumbre vive la sociedad mexicana expuesta al concubinato entre prensa y gobierno. Los primeros hacen alarde del dominio que ejercen sobre los segundos. Los segundos pagan cantidades estratosféricas del tesoro estatal o municipal, como cuota de protección para no ser víctima del seguro desprestigio ante la opinión pública. Una vez que el funcionario, o servidor público reciben el primer golpe de ablandamiento, el emisario del dueño o el dueño en persona, se sientan en la mesa de negociación, para presentar la lista de precios del «convenio». Ejemplo solo para darle cuerpo al análisis: 1. Omitir tus fechorías, te cuesta un peso. 2. Omitir tus fechorías y hablar bien de ti y tus buenas obras te cuesta cuatro pesos y 3. Omitir tus fechorías, hablar bien de ti y romperle la madre a tus adversarios te cuesta diez pesos, (ejemplos proporcionales). Normalmente escogen el precio intermedio si no son tiempos electorales, si son tiempos electorales escogen el menú número tres sin regatear. Así ven, apreciados amigos, que para los directivos o dueños de medios informativos, casi nunca hay temporada baja. La caja «timbra» día y noche, y para los «sicarios de la pluma” siempre habrá migajas que recoger de la mesa donde come el patrón; pero el negocio grande para estos torvos criminales, que hacen la suerte de brazo armado del medio informativo, se da en el extra convenio bajo el agua. Ahí hacen su roncha, en esa fuente abrevan para satisfacer las exigencias de su enorme ego. Estos especímenes también le dan gusto al gusto. Viajan en primera clase al interior de la república o al extranjero, usan carros de lujo, ropas de marca, se compran títulos de abogados «Sopa Nissin», (o sea un poco de agua caliente) y ya son abogados. El ego, la arrogancia y la soberbia, no les cabe en el cuerpo. Asumen poses de perdona vidas, ofenden a toda clase de personas, incluyendo mujeres, con la más asquerosa impunidad. La sumisa víctima, no tiene derecho a réplica, mucho menos a protestar, porque le va peor. Así se las gastan estos rufianes tenebrosos. Mientras el porro de la información se relame los bigotes con tanta abundancia, el patrón se hace de la vista gorda, total, para todos hay…Tiempo permanente de vacas gordas, mientras el servidor público tenga cosas que ocultar.

 

La frase: Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo. Preocúpate del proceso…Isabel Allende.

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