Frente Común para Tren Maya; se organizan empresarios en apoyo al desarrollo
Por Jared García
El sector empresarial de la zona sur de Quintana Roo conformó un frente común, para apoyar el Tren Maya, ante la amenaza de extremistas ambientales de intentar cancelar el desarrollo en Chetumal y Bacalar.
El Consejo Coordinador Empresarial de Chetumal presentó un frente común para apoyar la construcción del Tren Maya y también solicitarle a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) encargada del proyecto, darle prioridad a la protección de ese ecosistema, incluso, si se requiere ampliar el techo presupuestal.
Al respecto, la presidente del Consejo Coordinador Empresarial (Cce) de Chetumal, Wilma Contreras, se manifestó respetuosa de las opiniones vertidas por algunos grupos; sin embargo, reiteró su total apoyo al Tren Maya, en el tramo Bacalar-Chetumal, y destacó la apertura de los militares hacia las observaciones emitidas por el sector empresarial de la zona sur.
El presidente de la Canaco Servytur Chetumal-Tulum, Amir Padillas Espadas, solicitó a la Sedena no supeditar el factor económico sobre la protección al medio ambiente, además de aplicar todo el conocimiento tecnológico ambiental a su disposición para priorizar el salvaguardar el medio ambiente en la construcción del Tren Maya.
En tanto el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) consideró que con el Tren Maya se abrirá un nuevo canal comercial, seguro y de bajo costo.
Asimismo, el presidente del organismo empresarial “Aliarse Quintana Roo” Zona sur, Josué Osmany Hoil, expresó que el Tren Maya es un tema de justicia social, porque abrirá oportunidades para emprendedores de la zona maya que podrán beneficiarse con la conectividad y movilidad.
Recientemente, a través de las redes sociales, un grupo de ambientalistas domiciliados en Bacalar, la Ciudad de México y el extranjero, firmaron una carta de intención solicitando al gobierno federal detener la construcción del Tren Maya, en el tramo entre el Pueblo Mágico y Chetumal, como parte de una campaña “alarmista, exagerada y extrema”, puesta en marcha en contra del proyecto ferroviario, aprovechando el “error humano” ocurrido en el Estero de Chac.