Festejan alarifes su riesgosa labor

 

Pese a que a lo largo de los años, los trabajadores de la construcción han participado en la consolidación del importante del desarrollo  de Cancún, como el pujante destino turístico que es, este sector obrero, que hoy 3 de mayo celebra su día en honor a su patrona la Santa Cruz, se mantiene como uno de los oficios que mayores riesgos implica, sumado a la limitada oferta laboral, conformada principalmente por grandes proyectos de edificación, obras públicas y residenciales, además de los problemas de adicción a sustancias nocivas como el alcohol y las drogas y complicaciones a la salud, derivadas de sus muchas veces adversas condiciones de vida y de trabajo.

Al ser hoy 3 de mayo la fecha en la que se  celebra a los alarifes, quienes suelen organizar comidas y populosas celebraciones en torno a las obras donde laboran,  en la actualidad, el sector de la construcción de este polo turístico, enfrenta condiciones adversas que prácticamente en nada han cambiado durante los últimos años.

Se estima que tanto en Cancún como en la Riviera Maya y otros destinos turísticos de la entidad, donde se concentra la mayor parte de esta mano de obra, así como en otros puntos de la entidad,  existen poco más de 100 mil obreros de la construcción, que enfrentan condiciones adversas para desempeñar sus labores.

José Juan Chilón Colorado, dirigente en la entidad del Sindicato de Trabajadores Obreros y Empleados  de la Construcción (Sitec),  señala que la precariedad de este esforzado oficio, cuya peligrosidad de realización es rebasada en riesgo solo por la minería, inicia desde el hecho de que la mayoría de los albañiles que laboran en Quintana Roo, no  está afiliado a un gremio sindical,  de lo que se desprende en una proporción mayor, su carencia de seguridad social y prestaciones, así como en numerosos casos, de implementos de seguridad para prevenir accidentes.

Es de destacar asimismo, que el promedio e salario semanal de un ayudante de albañil l, oscila entre los 800 y mil pesos,  cantidad que aumenta  de mil 500 hasta los 2 mil 500 pesos cuando se adquiere la «categoría» de maestro. Muchas veces, estos pagos salariales, son controlados por contratistas e intermediarios que interviene en la contratación de los alarifes. Por Raimon Rosado>Quequi

 

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