Extorsión, para prisión preventiva

Propuso Congreso de Guerrero una reforma al artículo 19.

Por Agencias
Ciudad de México

La Comisión Permanente recibió del Congreso de Guerrero una iniciativa para reformar el artículo 19 de la Constitución e incluir a la extorsión en el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva, “práctica que no sólo la ejercen grupos delictivos, sino también ciudadanos que la ven como una forma de obtener recursos económicos”.


En la propuesta, turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, se destaca que, si bien todas las personas pueden ser víctimas de este delito, la extorsión afecta más a comerciantes, a pequeños y medianos empresarios, lo que provoca daños psicológicos y físicos, además de temor a perder bienes o ahorros.


De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la extorsión se encuentra entre los delitos más cometidos en México, con incidencias que han llegado a 5 mil 134 casos por cada 100 mil habitantes, de los cuales, 88.9 por ciento fueron por vía telefónica, modalidad que ha ido en aumento en los últimos años.


El Inegi señala que hasta 97 de cada 100 extorsiones no se llegaron a denunciar por motivos que van desde la desconfianza en las autoridades, una posible “pérdida de tiempo” al hacer la denuncia e, incluso, el miedo a ser extorsionados nuevamente, pero esta vez por parte de las mismas autoridades.


El Congreso del Estado de Guerrero sostiene en su iniciativa que los grupos delictivos emplean recurrentemente la modalidad telefónica de extorsión, para amenazar de secuestro a una víctima si no paga determinada cantidad de dinero, delito que bien puede enmarcarse en el “cobro de derecho de piso” o “cobro de protección”.


La intención de que la extorsión se incluya dentro de los ilícitos que merecen prisión preventiva, expone, pretende que los detenidos por este delito permanezcan privados de su libertad mientras se les sigue el proceso penal.


Con esto, se protegería la seguridad de las víctimas y ofendidos, de los testigos, y de la sociedad en general, ya que la libertad de los extorsionadores representa un grave peligro, además de que la misma sociedad reclama constantemente que los jueces dejen libres a los extorsionadores.

El Congreso guerrerense señala que, al ser liberados, los extorsionadores continúan con esta práctica, convirtiendo a los Ministerios Públicos y Juzgados Penales solo en “puertas giratorias”

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