Exprimen los empresarios a ciudadanos

Por Raimon Rosado

La gradual prohibición del uso de bolsas de plástico tanto en supermercados como en tiendas de conveniencia, almacenes, farmacias y negocios de diversos giros comerciales, que en Quintana Roo entró en vigor al final de la primera mitad del año, ha generado la venta de bolsas reutilizables, un lucrativo negocio para los establecimientos mencionados anteriormente, debido a que al no estar contemplada la otrora gratuidad sobre el otorgamiento de recipientes para que los consumidores transporten sus mercancías, estos se ven en la obligación de pagar desde cinco hasta 15 pesos  por la compra de una bolsa de tela, lo que en épocas de altos volúmenes de compra, como la actual de fin de año, representa una entrada extra de al menos 10 mil pesos diarios.

Fue a finales de mayo del presente año cuando el Congreso del Estado aprobó la ley que prohíbe  la utilización de recipientes y utensilios elaborados con plástico de un solo uso,  la cual, además de las citadas bolsas de polietileno, considera popotes, platos, vasos, tazas,  charolas y cubiertos, entre otro, cuya eliminación se ha dado de manera gradual en toda nuestra entidad.

A partir de su entrada en vigor, una  cadena transnacional de supermercados fue la primera en ponerla en práctica, a lo que se sumaron otros negocios de dicho giro, así como tiendas de conveniencia,  grandes almacenes y cadenas de farmacias, que a partir del 1 de enero de 2020, deberán eliminar la entrega de bolsas plásticas.

Cabe destacar que la fracción III del Artículo 48 de esta ley, ordena la aplicación de un programa para la sustitución de plásticos de un solo uso, que en el caso de las tiendas de autoservicio, se centra en el uso de bolsas plásticas, en las que los clientes solían transportar sus mercancías tras pagarlas en caja y que al parecer se hará extensiva a partir del próximo año, sobre las bolsas plásticas para frutas y verduras.

En las fracciones XIV del Artículo 57 y XVI del Artículo 60, se faculta a los establecimientos comerciales para vender bolsas de tela reutilizables en reemplazo de las bolsas plásticas, como una alternativa de sustitución por materiales reutilizables, lo que a su vez, deslinda a dichos comercios de la responsabilidad que hasta antes de la entrada en vigor de dicha ley, tenían como parte de sus servicios.

Dicha posibilidad ha abierto una importante puerta de entrada de recursos para numerosos establecimientos, cuyos clientes deben pagar por hacer efectivo el cumplimiento de la ley, lo que se refleja principalmente en lo que respecta a las comparas “espontáneas”, ya que pese a que son cada vez más los consumidores que acostumbran a llevar sus propias bolsas,  quienes adquieren mayores cantidades de productos no tienen otro remedio que comprar por 10 pesos en promedio, al menos una bolsa, o bien, llevar sus compras en cajas de cartón, mismas que resultan en ocasiones ser poco  prácticas en su manejo.

Al ser alrededor de mil bolsas las que se estima vende en promedio un supermercado durante los días de mayor venta, como las pasadas fiestas de Navidad y Año Nuevo, en promedio, una sola tienda de autoservicio obtiene unos 10 mil pesos diarios, mismos que con la entrega de bolsas plásticas, no percibía.    

La mencionada tendencia, de igual manera repercute en el hecho de que muchas personas, sí suelen reutilizar las cada vez menos disponibles bolsas plásticas, para depositar su basura, para lo cual, no existe una alternativa que no implique costos extra, que directamente repercuten en la economía de los ciudadanos.

No hay comentarios