Evoluciona sistema de lavado de dinero
El crimen organizado utiliza “cuentas embudo”.
A medida que avanzan las restricciones y los controles para detectar y frenar el lavado de dinero, también evolucionan los esquemas utilizados por el crimen organizado y los evasores de impuestos. Actualmente, se recurre a “cuentas embudo”, a través de los cuales se estima que se “blanquean” anualmente entre 20 a 29 mil millones de dólares, reveló señaló John Tobon, subjefe a cargo de la división de investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Las “cuentas embudo” funcionan de la siguiente manera: se abre una cuenta en un banco con presencia nacional; se depositan cantidades menores, que no requieren ser declaradas, en sucursales alejadas al lugar donde se apertura; se compran bienes con transferencias y cheques desde esta cuenta; dichos bienes son llevados al extranjero, donde son vendidos y las ganancias son dadas a organizaciones delictivas para legitimar el dinero.
Por ser montos pequeños, pasan por “debajo del radar” de las autoridades, permitiéndoles a grupos delictivos invertir en negocios legítimos, además de obtener bienes lujosos como muebles finos, carros, relojes, joyas y animales exóticos.
Esto fue detallado en la ponencia llamada “Aprendiendo de ‘El Chapo’ para proteger al sistema financiero del crimen organizado, realizada en un hotel de esta ciudad. En él, Juan Masini, director de Masini Global Group, dio tres puntos clave para concentrar y prevenir, así como disminuir el riesgo en el sistema financiero: el primero es la capacitación, no sólo de las personas que están dentro de la institución, sino también de los investigadores, fiscales y jueces, los últimos de los cuales son generalmente el “punto débil” de este sistema.
El segundo punto es la colaboración entre el poder ejecutivo y judicial, para poder explicarles a cada uno sobre los productos financieros que usa cada banco, para así puedan tener una idea sobre de lo que se habla en los reportes.
El tercer punto es observar y concentrarse en las actividades financieras, para detectar movimientos sospechosos, además de estar atento por nuevos esquemas ilícitos.
Por María Fernández > Quequi