Evocando al campeón
Por Alberto Salazar
El boxeador mexicano Salvador Sánchez Narváez, nació en Santiago Tianguistenco el 26 de enero de 1959, y falleció en Querétaro el 12 de agosto de 1982 a la edad de 23 años, fue hijo de Felipe Sánchez y María Luisa Narváez; tuvo tres hermanos y dos hermanas.
A los 13 años de edad descubrió su verdadera pasión y comenzó a entrenar boxeo haciendo sólo nueve peleas como aficionado para posteriormente convertirse en profesional a los 16 años.
Desde el comienzo de su carrera demostró su calidad derrotando a peleadores más experimentados y de mayor edad.
Cuando contaba con 18 triunfos, 17 por nocaut, sin conocer la derrota, disputó el título vacante Nacional de peso Gallo contra Antonio Becerra. Y aunque para muchos expertos, Salvador dominó el encuentro, una decisión le dio a Becerra el triunfo, manchando su récord con la única derrota que registró.
El 15 de abril de 1978 disputó su primera pelea en el extranjero, precisamente en Los Ángeles, California, contra el zurdo Juan Escobar, quien resultó un incómodo oponente que lo mandó a la lona en el quinto round, pero finalmente rescató un merecido empate.
En 1979 “Sal” Sánchez subió a la división Pluma y mostró que era su peso ideal, derrotando a rivales de mayor categoría como: Carlos Mimila, Jesse Martínez, Salvador Torres, Fel Clemente, Rosalio Muro, Rafael Gandarilla y Félix Trinidad, padre del entonces futuro campeón mundial Félix “Tito” Trinidad.
Estos éxitos le abrieron la puerta, gracias a la visión de Don José Sulaimán Chagnón (QEPD) llegó la oportunidad para disputar el título de peso Pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB-WBC, por sus siglas en inglés) que poseía Danny “Coloradito” López.
NOCHE DE GRADUACIÓN
Aunque Salvador tenía todos los pronósticos en contra, realizó un intenso entrenamiento que le permitió llegar a la pelea con gran condición física y mental. El 2 de febrero de 1980 fue la cita de su coronación en Phoenix, Arizona.
El campeón, quien realizaba la novena defensa de su corona, subió al cuadrilátero con un registro de 42 triunfos y 3 derrotas; entre sus víctimas figuraban Rubén “Púas” Olivares y Octavio “Famoso” Gómez, a quienes noqueó brutalmente.
Esa noche Salvador sorprendió al mundo del boxeo al propinarle a López una paliza, mostrando gran seguridad y condición física que le permitieron mantener un gran ritmo de pelea. En el round 13, Sánchez castigó de tal manera a López que obligó al réferi Waldemar Schmidt a detener la pelea.
“Sal” inició su reinado defendiendo su título ante Rubén Castillo, posteriormente concedió la revancha al “Coloradito” López, noqueándolo en 14 rounds; derrotó también a Patrick Ford y al boricua Juan Laporte.
MEMORABLE TRIUNFO
El puertorriqueño Wilfredo Gómez, campeón de peso Supergallo del CMB, “crecido” por una serie de triunfos sobre mexicanos, lanzó el reto a Salvador Sánchez asegurando que lo destronaría.
Wilfredo en peso Supergallo parecía ser invencible, destruía a sus víctimas por nocaut, pero primero los castigaba mostrando su fortaleza y el poder de sus golpes.
Llegó la hora de la verdad el 21 de agosto de 1981. Salvador propinó una golpiza a Wilfredo Gómez, consagrándose como el mejor libra por libra de aquel momento. Después de esa pelea, Wilfredo no volvió a ser el mismo.
Salvador realizó tres defensas más, ante Pat Cowdell, “Rocky” García y la leyenda de Ghana, Azumah Nelson.
Hace poco más de 41 años, el 12 de agosto de 1982, “Sal” falleció en un accidente automovilístico. A su sepelio acudieron más de 50 mil personas y anualmente desde 1983, en cada aniversario en la catedral de Santiago Tianguistenco ofician una misa en su honor.