El tránsito en el camino costero se complica sobre todo en temporada alta.

Por Francisco Canul > Quequi

Tulum

 

A lo largo del camino costero, desde el faro contiguo a la zona arqueológica, hasta el Arco de Sian Ka’an, en donde están ubicados el Parque Nacional Tulum y Zona Hotelera de Tulum, se convierte en un verdadero caos vehicular todos los días, sobre todo en esta temporada vacacional sin que las autoridades encuentre una solución al respecto.

A decir del constructor, Miguel Pereira Córdova, dicha situación que es a diario y durante los 365 días con la aglomeración de autobuses, camiones, volquetes, automóviles particulares y taxis, y para rematar algunos hoteleros que obstaculizan la vía, pues organizan grandes fiestas usando espacios del carril como estacionamiento, y como ejemplos están el dueño del hotel Papaya Playa y el propio dirigente hotelero, Adolfo Contreras.

Al igual que el entrevistado, varios son los automovilistas que se externan su molestia por la mala planeación que hay en el tránsito de la zona costera, pues, aunque es muy angosta la vía para llegar a las playas y hoteles, la autoridad de Tránsito Municipal a cargo de Macedonio Varguez Góngora, no aplica las medidas preventivas para evitar los embotellamientos.

“Es un caos vial el que se vive en dicha zona la cual es visitada por cientos de turistas que se pueden pasar hasta dos horas para poder llegar a sus respectivos centros de hospedaje o restaurantes, ya es cuento de todos los días, hacen fiestas en las playas los dueños de los hoteles, en este caso ‘Emilio’, quien es dueño de Papaya Playa e hizo una fiesta, y la verdad que los camiones estaban entorpeciendo el tráfico”, dijo.

El entrevistado agregó que este problema es en cada temporada alta, ya que las autoridades se duermen en sus laureles y no trabajan en una verdadera planeación para evitar se creen estos embotellamientos, y consideró que una medida principal debería de ser no permitir el acceso a autobuses, así como tampoco deberían de dar permiso para que los hoteles hagan fiestas donde asistan multitudes, sin antes contar con las instalaciones apropiadas.

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