El opositor cubano Yunior García Aguilera se fuga a España

El Bestiario

  • Me evoca ‘Toma el dinero y corre’, la ópera prima de Woody Allen, sobre Virgil Starlwell, el dramaturgo anticomunista ‘desapareció’ con su tarjeta Visa…

Por Santiago Jacinto Santamaría Gurtubay

En 1968, a punto de cumplir los 33 años, Woody Allen se convierte por fin en director de cine con ‘Toma el dinero y corre’ (1969), un viejo proyecto que había escrito en solo tres semanas con su amigo de la infancia, Mickey Rose, quien primero trabajó para televisión y luego colaboró en los primeros guiones de Allen. La trayectoria relámpago del joven cómico de Brooklyn acaba de despegar. No solo dirige en solitario por primera vez, sino que escribe el guión y protagoniza la película. Pero antes de acabar dirigiendo la que sería su ópera prima, Woody Allen, quizás por su falta de confianza y experiencia le pidió a Jerry Lewis que la dirigiera, pero Lewis declinó la oferta. El dramaturgo cubano Yunior García Aguilera, uno de los principales promotores de las marchas contra el Gobierno de Cuba convocadas para este lunes 15 de noviembre, arribó a España horas después de que los miembros de la plataforma Archipiélago lo reportaran como desaparecido. Su caso me evoca a la de Virgil Starkwell narrada por Woody Allen. Describe al ‘medio temba’, quien ha traspasado ya su juventud, pero no en Miami o Nueva York, sino en La Habana o Santiago.

Fuentes gubernamentales cubanas informaron a la agencia de prensa española Europa Press que García, fundador de la plataforma Archipiélago, que convocó las protestas del 15N, aterrizó en Madrid con un visado de turista, su esposa y su tarjeta VISA. El activista cubano, que viajó en un vuelo comercial, llegó a Madrid acompañado por su mujer, la también integrante de Archipiélago, Dayana Prieto, precisaron las fuentes del Gobierno español, sin que por ahora esté claro cuáles son sus planes de futuro. Su salida ha tomado por sorpresa a sus seguidores en la Isla, pero hasta el momento el dramaturgo no ha dado declaraciones a la prensa ni se ha pronunciado a través de sus redes sociales. Tampoco la plataforma Archipiélago ha emitido ningún comunicado al respecto luego de que perdiera la comunicación con el dramaturgo en horas de la mañana del 16 de noviembre. Resulta curioso que el artista y activista cubano, al igual que su esposa, hayan arribado con visado de turismo a Madrid, pues la Embajada de España en La Habana suspendió a inicios de la pandemia del COVID-19 la emisión de ese tipo de visados.

También sorprende la versión ofrecida por el diario español El País, cercano al Gobierno de España, de que Yunior García habría salido “por petición propia” de Cuba, algo imposible para los cubanos por mucho que lo deseen, si el régimen no lo consiente. Contra Yunior García y su familia el régimen cubano desplegó un intenso operativo con grupos paramilitares que sitiaron el edificio donde vive en La Habana desde horas tempranas del domingo, cuando este había anunciado que saldría a marchar en solitario. Previamente, el promotor del 15N fue expuesto en los medios oficiales a una dura campaña de difamación. En espacios televisivos, radiales y escritos de diversa índole se le acusó de mercenarismo y de ser un agente entrenado y financiado por Estados Unidos. “En los últimos meses al menos una decena de activistas cubanos han tenido que abandonar la Isla por presiones y amenazas de la Seguridad del Estado, como es el caso del artista visual Hamlet Lavastida y la poeta Katherine Bisquet…”, destacan los medios de comunicación opuestos al Gobierno de Cuba, presidido por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez desde el 10 de octubre de 2019 y primer secretario del Partido Comunista de Cuba, ​ elegido por la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba en sustitución de Raúl Castro.​

El productor Charlie Feldman (que muere el mismo año del rodaje) pasó mucho tiempo intentando que la United Artist apostara por aquel guión disparatado. Pero son Jack Rollins y Charles Joffe, los agentes de Woody Allen convertidos en productores, quienes reúnen la financiación necesaria para este falso documental en clave humorística sobre Virgil Starkwell, interpretado por el mismo Woody, que da vida a un incorregible, torpe y neurótico criminal, experto en atracos y evasiones espectaculares. “Empecé mi carrera representando un motín en el patio de una cárcel”, recalcaba Woody Allen. Para llevar a cabo su primera película fue fundamental la productora Palomar Pictures, que se arriesgaron con un director novel como Woody Allen. Le dieron carta blanca para hacer lo que quisiera, además de una importante suma de dinero que ascendía a un millón de dólares y un control artístico total, sentando el precedente de cómo trabaja hasta hoy el cineasta neoyorkino. Sin embargo, a pesar de su control creativo, no le permitieron rodar este mockumentary en blanco y negro, según Allen le hubiera dado “un aire más documental”.

El equipo de ‘Toma el dinero y corre’ se trasladó a filmar a San Francisco durante el verano de 1968, ciudad a la que regresaría en 2012 para el rodaje de ‘Blue Jasmine’. Todo salió bien y terminó el filme antes de tiempo y con menos presupuesto del inicial. Como anécdota, a 100 prisioneros de San Quintín les pagaron una pequeña cantidad de dinero para trabajar en la película durante las secuencias de la prisión. Eso sí, los funcionarios de la cárcel tuvieron que marcar al equipo de rodaje con luz ultravioleta para saber distinguirles de los presos. De regreso a Nueva York, fue el mismo Woody Allen quien se encargó de montar la película, pero a los ejecutivos de la productora no les gustó el resultado final cuando la vieron en una proyección previa. Descontentos con su primer montaje, le piden a Allen que solicite la ayuda del veterano Ralph Rosenblum, experto en salvar unas cuantas películas con una nueva edición. Recompone su estructura y en palabras de Allen, “convirtió mi película fallida en un éxito”.

En sus memorias recién publicadas, Woody Allen explica como Ralph Rosenblum consiguió lo imposible: “Lo primero que hizo fue recopilar todas las partes divertidas que yo había eliminado y las volvió a incorporar en el metraje. Reemplazó la adorable pero triste música de Hamlisch por jazz de Eubie Blake, y el mero paso de una música más lenta a un jazz animado la transformó o, debería decir, la metamorfoseó, porque el cambio fue mágico. También insertó un poco de metraje antes de los títulos, lo que ayudó a acelerar la narrativa”. Allen confiesa que sin Ralph, el proyecto se habría hundido. Desde su primer largometraje, Woody Allen asocia generalmente la infancia de sus alter ego a un ambiente impregnado de tristeza. Es conocida que la relación de Allen con sus padres no era de las mejores. En ‘Toma el dinero y corre’, los padres del héroe aparecen ataviados de forma ridícula, con máscaras de Groucho Marx, ya que según nos cuenta el narrador, se “avergüenzan de los antecedentes penales de su hijo”.

Al comienzo del filme se proporcionan detalles del personaje (Virgil Starkwell), aclarando que nació el 1 de diciembre de 1935, la misma fecha en la que nació Woody Allen. Otros detalles como el nombre de la pareja de Virgil, la afición de éste por la música o la intervención del psicoanalista enlazan con el verdadero Allan Stewart Konigsberg. La película utiliza sabiamente el sentido del gag de Woody e impone una irrefrenable torpeza al personaje, obsesionado por el dinero y las mujeres. Recurre a menudo a la parodia o la cita discreta: así, toda la relación de Virgil con Louise, interpretada por Janet Margolin, guarda una relación directa con las películas de Charles Chaplin: una variación de la pareja del vagabundo y la bella dama, pura y generosa. En cuanto al resto, el filme es deudor, como manifiestan las máscaras de los padres de Virgil, de los hermanos Marx y de su humor absurdo atropellado. Lo más sorprendente es la audacia visual de Allen, que recurre a imágenes de archivo y las mezcla con las secuencias de ficción, intercaladas con entrevistas y testimonios de la vida de Starkwell. En el fondo, su primera película anuncia, por su forma de falso documental, una de las grandes películas de su filmografía: ‘Zelig’ (1983). “Tened en cuenta que yo jamás había hecho una película hasta ese momento; no sabía nada de cámaras, lentes, iluminación o dirección actoral. No había estudiado interpretación”, se justifica Woody Allen.

Woody Allen quería que el papel interpretado por Janet Margolin fuera para su esposa, Louise Lasser, de la que se separaría en 1970. Finalmente aparece en una breve escena al final de la película. Cabe destacar también que Allen inicialmente filmó un final deprimente en el que moría de un tiro, pero el montador, Ralph Rosenblum, lo cambió por el final que podemos ver en la película. Se trataba de un final alternativo que era una parodia de las escenas finales de ‘Bonnie & Clyde‘ (1967). Desgraciadamente no se conservan imágenes grabadas, probablemente porque el propio Woody no estuviera muy orgulloso de ellas. La película se estrenó el 18 de agosto de 1969 en una pequeña sala de la Tercera Avenida de Nueva York que se llamaba 68th Street Playhouse. Allen en su libro de memorias ‘A propósito de nada’ dice que “el cine tenía un árbol delante cuyas ramas tapaban parte de la pantalla. Mi padre se ofreció a venir con unos amigos en mitad de la noche y tirar el árbol abajo. Rechacé la propuesta”. Para su estreno en España hubo que esperar tres años más. A principios de la primavera de 1970, la ópera prima de Woody Allen había recaudado la buena cantidad de 2.453.351 dólares, triplicando casi su presupuesto.

‘Toma el dinero y corre’ fue un gran éxito de público y crítica que permitió a Woody Allen iniciar su carrera como director. “Con mucho trabajo, un poco de don natural, mucha suerte e importantes contribuciones de otras personas”, así confiesa Allen que empezó a hacer cine. Vincent Canby, del New York Times, llegó a decir que “lo asombroso es lo bien que funciona todo el tiempo. Allen ha hecho una película que es, en verdad, un comedia de larga duración, algo muy especial, excéntrico y divertido”. El guión fue nominado por el sindicato de guionistas en la ceremonia celebrada en 1970. En el año 2000, la película aparecía en el puesto 66 en 100 Years…100 Laughs, la lista del American Film Institute (AFI) de las películas americanas más divertidas de todos los tiempos. Ocho años después de su ópera prima, Woody Allen nos deleitaría con su primera obra maestra: ‘Annie Hall’ (1977). Después vendrían muchas más. Hoy suma medio centenar de películas como director. Aunque nos encanta como actor, para fortuna del séptimo arte decidió ponerse en 1968 detrás de las cámaras para dirigir sus propios guiones. Una combinación adecuada de suerte, talento y tenacidad pueden ser las claves de su éxito. Una leyenda viva del cine que puede presumir de tener una ópera prima más que aceptable que vista hoy no ha perdido ni un ápice de comicidad.

El dramaturgo cubano Yunior García Aguilera, uno de los principales promotores de las marchas contra el Gobierno de Cuba convocadas para este lunes 15 de noviembre, arribó a España horas después de que los miembros de la plataforma Archipiélago lo reportaran como desaparecido. “Yunior García Aguilera llegó a España y la prensa oficialista, que lo convirtió en blanco de una intensa campaña de descrédito y criminalización, se saborea con un desenlace que solo el propio promotor de la marcha cívica por el cambio podrá desentrañar. El vocero del régimen Humberto López hizo una publicación en Facebook en la que con ironía planteó el viaje de García Aguilera a España como una fuga. Compartió las primeras imágenes del artista contestatario en el aeropuerto José Martí, de La Habana, sin precisar fuentes”, trataban de justificar la desaparición y la aparición de Yunior García Aguilera.

“Yunior no está… Yunior se fue… Yunior se escapa con su visaaa… lalalala”, escribió Humberto López en una parodia de la canción “Laura no está”, del italiano Nek. El periodista Javier Díaz de Univision hizo la siguiente pregunta a López: “Y ¿de dónde sacaste estas fotos? ¡Claro, te las envió la Seguridad del Estado que lo obligó a irse!”. Para el portal oficial Cubadebate, se trata del “epílogo del show”, según un artículo que tituló: “Yunior finalmente marcha… como turista a Madrid”. Antes de una réplica de una nota de la agencia Europa Press, el medio estatal anunció: “De papelazo en papelazo viven los operadores políticos de la fracasada marcha provocadora del pasado 15 de noviembre”. Cubadebate presentó los reclamos de Archipiélago de fe de vida como “una alharaca sobre la supuesta desaparición del cabecilla de la provocación y su esposa”.

Las autoridades cubanas insisten en que “no tienen nada que ver” con la salida de Junior García Aguilera quien tramitó su visado de turista

El periodista Yunior Sifonte, plantilla del canal oficial Telecubanacán y quien escribe para Cubadebate, publicó en sus redes sociales que García Aguilera viajó junto a su esposa en vuelo comercial y citó al diario español El País para sostener que “el viaje fue a petición propia”. Según otros medios españoles, el Gobierno cubano ha asegurado que no ha habido ningún acuerdo entre La Habana y Madrid para facilitar la marcha del país del líder de Archipiélago, la misma plataforma que desde el martes dio como desaparecido al artista disidente y que reclamó fe de vida. Un representante del Gobierno cubano ha señalado en declaraciones a EFE que las autoridades cubanas “no tienen nada que ver” con la salida de García Aguilera y ha considerado que el activista habría tramitado el visado de turista por su cuenta. Las fuentes diplomáticas citadas por El País indicaron que “desde hace días se estaban haciendo discretas gestiones para el viaje” de García, y que el dramaturgo tenía “un visado vigente de larga duración para entrar a España”. El medio no precisó, sin embargo, bajó qué supuestos pudo entrar a España su esposa Dayana Prieto. Las fuentes cercanas a García citadas por El País dijeron que su decisión de marcharse de Cuba se debía a las «brutales presiones policiales sufridas durante las últimas semanas». «Ahora hay que esperar que él hable y dé sus razones», dijo uno de sus amigos cercanos.

“Cuba no va a permitir de ninguna manera que la agresión persistente del Gobierno de Estados Unidos contra el país altere la tranquilidad, la seguridad ciudadana y dañe la paz social característica de nuestro pueblo y como coloquialmente decimos nos vaya a aguar la fiesta”, expresó el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, quien denunció asimismo que el eje central de esta operación contra el país está organizado desde centros de poder en Estados Unidos, en ejercicio de la política oficial del Gobierno estadounidense y con la intervención de altos funcionarios de la Casa Blanca, del Departamento de Estado y de otras agencias. Bruno Rodríguez Parrilla se presentó ante el cuerpo diplomático acreditado en la Isla. Al iniciar su intervención, el Jefe de la diplomacia cubana agradeció profundamente la presencia del cuerpo diplomático y dijo que felizmente “nos encontramos por primera vez, después de estos dos años de azote de pandemia y de restricciones, en los encuentros sociales de diplomáticos”.

Explicó que en los próximos días se producirá, de una manera integral, la apertura del país y la reactivación de áreas de su economía que han estado limitadas en este largo y difícil periodo. “Nos ha llenado de alegría el reinicio del curso escolar y la actividad docente, en todos los niveles de enseñanza; los niños uniformados otra vez en las calles regresando felices a sus escuelas, acompañados de sus padres”. “Este es el momento también en que todo el país rinde homenaje al personal de Salud, a nuestros médicos, paramédicos, a nuestros científicos y, de manera especial, a nuestros jóvenes, estudiantes, que ocuparon posiciones de vanguardia en el enfrentamiento a la pandemia, en el ejercicio de políticas sociales para proteger a los enfermos, a sus familiares, a prevenir contagios, a proteger a las personas de mayor vulnerabilidad, ancianos que viven solos, familias que han requerido del apoyo generoso y afectuoso de sus vecinos”, dijo. También expresó que en los próximos días tendrá lugar el reinicio a escala masiva de los vuelos internacionales y tendremos la oportunidad de acoger a nuestros compatriotas, que han permanecido por periodos prolongados fuera de Cuba sin haber podido regresar por las dificultades de conectividad aérea o por dificultades financieras, que la pandemia ha ocasionado a escala global.

Recibiremos también, agregó, en mayor medida al turismo internacional, a visitantes de todas las latitudes, incluyendo visitantes estadounidenses, que suelen venir a nuestro país a pesar de las dificultades y las restricciones. “Es un momento para nuestro pueblo de celebración. Celebración prudente, de apertura progresiva, a los que algunos llaman una nueva normalidad.  Es un momento que nuestro pueblo celebra. Han asistido ustedes a momentos de regocijo de nuestra población, nuestros jóvenes y nuestros niños concurriendo al malecón habanero, a otras plazas de todas las ciudades del país, a la playa y lugares de recreación. Y a renglón seguido puntualizó que no “vamos a permitir, de ninguna manera, que la agresión persistente del Gobierno de EE UU, sus intentos intensos y constantes, agudizados en los últimos seis a ocho meses, de generar condiciones de desestabilización interna, de alterar la tranquilidad y la seguridad ciudadanas, de dañar la paz social que es característica del pueblo cubano, de nuestra nación. “No vamos a permitir, de ninguna manera, que la agresión organizada desde el exterior, con el empleo de agentes internos, reclutados, entrenados, financiados, organizados, e incluso, a veces transportados directamente en vehículos diplomáticos de la embajada de EE UU, acreditada en La Habana, vaya a echar a perder este momento de alegría de nuestro pueblo. Claro está, nuestro pueblo con estricto apego a nuestra Constitución, a nuestras leyes, con el talante y el ánimo de amplio consenso que lo caracteriza defenderá, por supuesto,  el orden constitucional por el que votó recientemente de una manera masiva y entusiasta, y permitió promulgar una nueva Constitución”.

“Para mí, lo más importante es qué se dirime en estos acontecimientos: el derecho de un Estado soberano, de un pueblo libre, en ejercicio de la libre determinación, frente al intento de una superpotencia de intervenir en sus asuntos internos y forzar un cambio de régimen, destruir el orden constitucional, por motivaciones estrictamente políticas, que solo sirven al interés de grupos de poder que lucran con la política exterior y que pretenden manipular a los ciudadanos estadounidenses”.  El canciller cubano señaló que, por tanto, lo que se dirime es el derecho del pueblo de Cuba a la paz y a la estabilidad, a la tranquilidad y seguridad ciudadanas frente al ejercicio ilegal de una potencia que pretende alterarlas. El Ministro de Relaciones Exteriores de la Isla recordó que el 26 de octubre, periodistas preguntaron al Vocero del Departamento de Estado norteamericano “cuál era la relación del Gobierno de EE UU con las llamadas protestas en Cuba. Dos veces, el vocero evitó responder esa pregunta, pero ha sido generosamente respondida por numerosos funcionarios, altos funcionarios del Gobierno de EE UU, y políticos de ese país, que han hecho abiertas amenazas de aplicación de nuevas sanciones contra Cuba y de represalias contra nuestra nación”. “Probablemente me equivoque, añadió, hace apenas una hora se alteró mi compilación, ya no son 28, son 29 declaraciones del Gobierno de ee. uu. y de figuras influyentes del Congreso de esa nación contra Cuba, solo desde el 22 de septiembre, casi una diaria, dirigidas todas a alentar, orientar e instigar acciones de desestabilización en nuestro país”.

Denunció que instigan al desafío al orden constitucional, a las leyes cubanas, a las autoridades, plantean exigencias para que se permitan acciones que Cuba jamás ha permitido, ni permitirá, acciones de un gobierno extranjero en nuestro territorio, tratando de desestabilizar el país; solicitan y presionan a distintos gobiernos, algunos de los cuales ustedes representan, a que se sumen a estas acciones contra Cuba. “Han emplazado, incluso, a una parte de ustedes, Cuerpo Diplomático, a veces de manera personal, a que participen en acciones ilegales de esta naturaleza. Presentan a supuestos pacifistas o manifestantes de una manera mendaz, cuando se sabe que son agentes extranjeros, que alientan acciones violentas de vandalismo, y que inevitablemente crearían situaciones que alterarían la paz interna. Hablan de luchadores por los derechos civiles, con verdadera desvergüenza. Se amenaza con acciones, incluso desde el Congreso de los EE UU Rodríguez Parrilla explicó que durante el mes de octubre, la embajada de EE UU en La Habana ha publicado, solo en la red de Twitter, 59 mensajes, 36 de ellos relacionados con estos asuntos y con un intento descarnado de alterar el orden constitucional y la estabilidad interna. De una manera desvergonzada, tres de esos tuits se refieren a la supuesta ayuda del Gobierno de EE UU al pueblo cubano, en estas circunstancias, incluyendo las garantías y cito a un mayor acceso a alimentos, medicina y suministros médicos”.

“Explican vías para facilitar el envío de ayuda a Cuba y las opciones para acelerar el suministro de bienes humanitarios. Mienten desvergonzadamente. No ha habido ningún ofrecimiento de ayuda del Gobierno de EE. UU. a Cuba, ni humanitaria ni de ninguna índole a lo largo de toda la pandemia. Ni siquiera cuando se produjo la avería de la planta productora  de oxígeno se ofrecieron y se concedieron licencias específicas para enviar oxígeno a Cuba; y quedó claramente demostrado que para enviar oxígeno a Cuba desde EE UU se requiere de una licencia específica del Gobierno de EE UU. El Canciller cubano denunció que el Gobierno de EE UU continúa aplicando medidas que impiden la reunificación familiar, que impiden los viajes familiares, impiden el otorgamiento de visados, lo mismo para visas de inmigrantes, en incumplimiento flagrante de los acuerdos migratorios vinculantes firmados y vigentes entre ambos países, que restringen los periodos de visado a ciudadanos cubanos, e impiden a ciudadanos cubanos, que residen en terceros países y que tienen doble ciudadanía, acceder con esos pasaportes a territorio estadounidense. Además del cierre de los servicios consulares en nuestro país y la forma en que se ha encarecido la posibilidad de ir a obtener una visa de inmigrante o de viaje temporal a terceros lugares, “ahora ponen una nueva barrera que es la exigencia de vacunación a los ciudadanos cubanos, que deseen viajar a EE. UU., con vacunas reconocidas por la autoridad regulatoria estadounidense o por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.

Las vacunas cubanas han sido reconocidas por la Autoridad Regulatoria cubana y por otras de varios países. Espero que la Organización Mundial de la Salud actúe en apego a sus propias normas, que actúe tomando en cuenta las circunstancias de emergencia que se vive hoy en el planeta, en naciones hermanas, en particular de África, que no han podido acceder a las vacunas y que haga expeditos los procedimientos de precertificación de las vacunas cubanas, que están en proceso. Sorprende, sin embargo, que el Gobierno de EE. UU., al mismo tiempo que con estas prácticas alienta la emigración irregular, que restringe el derecho de los cubanos a viajar y a emigrar, que los coloca en condiciones de indefensión frente al tráfico de humanos, que lesiona el propio interés del Gobierno de EE UU desde el punto de vista de aplicación de la ley, de medidas contra el tráfico de personas, contra la trata de personas, que crea situaciones críticas para países hermanos por donde los cubanos, que salen de Cuba de manera totalmente regular, con sus visados, que otorgan sus consulados, en líneas aéreas y vuelos comerciales regulares, se convierten después en flujos irregulares, que provocan pérdidas de vidas y que crean situaciones dramáticas, a veces trágicas, no solo en el estrecho de la Florida, sino en la selva del Darién y otras rutas de migración irregular. Rodríguez Parrilla dijo que sorprende el cinismo con que el Gobierno estadounidense ha garantizado, pese a sus llamados disuasivos, la entrada por la frontera sur de EE UU de ciudadanos cubanos que no solo han llegado allí en condición irregular, sino que obviamente no han sido vacunados, ni tienen certificado alguno.

Solo ahora, el viernes de la semana pasada, dijo el Canciller cubano, el Departamento de Estado se ha dirigido a nuestra embajada en Washington para ofrecer a Cuba una supuesta donación de un millón de dosis de una de sus vacunas, con muchas condiciones, con muchos requisitos, sin que estén claras las circunstancias, con menciones a mecanismos internacionales que hasta ahora han sido totalmente ineficaces y excluyentes, incumplidores de los propios contratos que firmó con Covax. Manifestó que hay que tener en cuenta que un millón de dosis alcanza para vacunar a unos cientos de miles de personas en un país de 11 millones de habitantes. Debo declarar, afirmó, al Gobierno de EE UU, que si esa oferta es seria, sincera y responsable, nuestro país la reconoce y la apreciaría como un acto en la dirección correcta. “Hemos respondido al Gobierno de EE. UU con una explicación respetuosa y estrictamente apegada a la verdad de las razones por las cuales esa donación no contribuiría a mejorar la salud de los cubanos, ni tendría impacto epidemiológico alguno”… Significó que se ha ofrecido al Gobierno de EE UU que utilice esa donación de vacunas, junto a una donación de vacunas cubanas, para la inmunización de la población en algún país altamente necesitado de ellas, que podría estar en el Caribe, incluso con la participación de personal de la Salud estadounidense y cubano en la aplicación del programa de vacunación. Estoy reiterando hoy el ofrecimiento que hicimos antes, de manera privada, al Gobierno de EE UU de una operación triangular conjunta y estamos en contacto con algunos gobiernos de países que reúnen estas condiciones, en absoluto respeto a su soberanía, por si sus gobiernos decidieran mostrarse interesados en este proyecto”, acotó.

Rodríguez Parrilla expresó que el financiamiento federal de EE. UU. para la guerra contra Cuba, guerra económica, guerra política, comercial y financiera, comunicacional, no convencional, típica con acciones de desestabilización, típicas  precursoras de acciones de mayor beligerancia, se ha incrementado y fluye de manera permanente. “Solo en septiembre de 2021 se asignó un paquete de 6 millones de dólares de subsidio de la Usaid a 12 organizaciones, que operan en la Florida, en Washington y en Madrid, en el negocio lucrativo de la industria anticubana, y que operan estos actos de intento de desestabilización. Se han presentado evidencias públicas, irrefutables, contundentes, por parte de nuestro Gobierno, sobre las acciones de reclutamiento, entrenamiento, financiamiento, organización, apoyo logístico de agentes internos en Cuba, que la ley de EE UU calificaría como agentes extranjeros y amenazaría con penas extremas de privación de libertad, subrayó. Reafirmó que el Gobierno de Cuba, junto a nuestro pueblo, en respuesta al consenso ampliamente mayoritario que existe en nuestro país, impedirá cualquier ensayo de acciones inconstitucionales o no constitucionales o anticonstitucionales como refieren distintas escuelas de derecho dirigidas a un cambio de régimen en Cuba. “No lo permitiremos. Utilizaremos nuestras leyes, nuestra Constitución, en el más estricto apego a los principios de nuestro Estado socialista de derecho y justicia social. No permitiremos, obviamente, que se invoque la Constitución para violentarla, ignorarla o destruirla”. El Jefe de la Diplomacia cubana solicitó la solidaridad de la comunidad internacional, de la comunidad de naciones, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el órgano más universal, democrático y representativo de esta organización. También agradeció la solidaridad de los amigos y amigas de Cuba en todo el mundo, de los grupos de solidaridad, de muchas fuerzas políticas, de las organizaciones de la sociedad civil en todos los temas y ámbitos en el planeta, de los cubanos que residen en distintos países, en particular en EE UU.

Si la literatura no puede comunicarse con personas de diferentes culturas, no cumple su función, aseguró el escritor cubano Leonardo Padura (La Habana, 1955) durante la presentación de su más reciente novela, ‘Como polvo en el viento’, en el contexto de la Feria Internacional del Libro del Zócalo, que se realiza de manera virtual. El autor, Premio Princesa de Asturias 2015, estuvo acompañado por el periodista Gerardo Arreola, en la sesión a distancia que se transmitió por el canal de YouTube de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y que puede consultarse en la liga shorturl.at/oAGU6. Publicado por Tusquets, el relato aborda el exilio, el desarraigo y la pertenencia, pero sin la intención de dar lecciones acerca de esos aspectos que han sido una obsesión en las novelas de Padura, quien señaló que siempre intenta seguir un consejo del filósofo y escritor Miguel de Unamuno: tratar de hallar lo universal en las entrañas de lo local. Por eso, en sus obras, ya sean policiacas o históricas, siempre está la mirada social de un escritor que observa su realidad y trata de escribirla de la mejor manera que puede, consideró.

Padura narró que en Cuba, la pandemia de coronavirus “no ha sido una tragedia humana, en el sentido de que llevamos 123 muertos en 7 meses. Pero sí ha sido una desgracia sanitaria que tiene afectaciones de carácter sicológico, sobre todo porque la pandemia nos mostró hasta qué punto los seres humanos somos cobardes y hasta qué punto el miedo nos vence. Quienes antes de la emergencia exigían desaforadamente al gobierno que se abrieran los viajes internacionales, comenzaron a pedir cerrar fronteras. El miedo nos obliga a veces a renunciar a las cosas por las que más hemos luchado. En mi caso no ha sido así porque sigo teniendo trabajo, quizá demasiado, pero hay personas a las que se les ha obligado a confinarse y no es lo mismo estar confinado en mi casa de Mantilla (un barrio popular al sur de La Habana), donde tengo un patio y balcón, que en un apartamento donde viven 10 o 12 personas, en un espacio mínimo. Es ahí donde comienzan los costos de la pandemia en Cuba.

También existe el eterno problema económico, continuó el escritor, quien consideró que, a pesar de todo, “se ha trabajado bien, porque se entregaron las grandes decisiones sanitarias a las autoridades médicas y a los epidemiólogos, cuando las cosas siempre las han administrado desde la política, lo cual ha hecho que la economía sea disfuncional”. “Además, hemos afrontado los efectos de una política mucho más agresiva de parte del gobierno de Estados Unidos. Si con Barack Obama hubo una cierta apertura, desde 2017, con Trump ha habido un retroceso y una cantidad de cierres que han llegado a extremos notables. Es una pelea constante, un cruce de ofensas, y lo más lamentable, de disputas entre los cubanos”. “Lo digo en esta novela: el destino de Cuba necesariamente debe pasar por una conciliación entre todos nosotros. Cuba es un país que nace en 1902 como Estado independiente, pero nace frustrado porque hay una intervención estadunidense. Sin embargo, tenemos el pensamiento esencial del fundador de la patria, José Martí, quien dijo que este es un país de todos y para el bien de todos”. “No se puede concebir que los cubanos vivamos enfrentados ni que la política sea el rasero que nos separe. Todo lo que se pueda hacer por obtener esa conciliación es necesario porque la patria no es de nadie, es de todos los cubanos, estén donde estén y aunque hayamos sido arrastrados como polvo en el viento”.

En esta novela, precisó Padura, intentó que las lecturas políticas quedaran detrás y que de primera instancia estuvieran los dramas sociales de los personajes, porque la política tiende a ser reduccionista, pone las cosas en blanco y negro, y los asuntos sociales, las circunstancias de los comportamientos humanos, son universales.

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