El Grupo «Lol Cax» Florece en José María Morelos
Mujeres artesanas de Sacalaca recuperan antiguas técnicas de bordado.
José María Morelos, Q. Roo. En José María Morelos, en el corazón de Quintana Roo, un grupo de mujeres talentosas está tejiendo una nueva historia, una que celebra la rica tradición ancestral de los bordados de hipiles, manteles y ternos. Con el nombre «Lol Cax», que significa «flor de monte» en español, estas artesanas de la comunidad de Sacalaca están escribiendo un capítulo emocionante en la historia de la preservación cultural.
Pisciliana Aké Mahay, una artesana de Sacalaca, nos compartió sobre cómo estas habilidosas mujeres están recuperando técnicas ancestrales de bordado que estaban al borde del olvido. Este renacimiento cultural se ha vuelto posible gracias al apoyo brindado por los programas gubernamentales del estado, que han proporcionado instructores dedicados para rescatar estas valiosas habilidades.
Entre las técnicas que han sido rescatadas se encuentra el «Xocbichuy», una puntada que requiere precisión y paciencia, así como el «mol miss» con cuatro o seis puntos. Estas técnicas de bordado, que alguna vez fueron el alma de las prendas tradicionales en la región, están siendo revividas con entusiasmo y cuidado por las manos diestras de las mujeres artesanas de José María Morelos.
El «cape Och» es otro de los tesoros que estas mujeres han desenterrado y vuelto a poner en práctica con dedicación, agregando una nueva dimensión de belleza a sus creaciones. Los puntos de bordado y tejido que han aprendido a dominar con gracia y destreza son testimonio de su amor por la herencia cultural que han heredado de generaciones pasadas.
Pero el impacto de este resurgimiento trasciende las fronteras de Sacalaca. En el municipio de José María Morelos, 1,702 mujeres se han beneficiado de estos programas de rescate cultural. De ellas, 574 son artesanas de huipil y 1,128 son expertas en el arte del urdido de hamaca, todas ellas formando parte del programa «Artesanas del Bienestar».
El esfuerzo y dedicación de estas mujeres no solo están preservando una tradición centenaria, sino que también están empoderando a sus comunidades y mejorando sus condiciones de vida. Cada puntada es un acto de resistencia cultural y una afirmación de identidad.
Las mujeres artesanas de José María Morelos están tejendo un futuro en el que las raíces culturales se entrelazan con la esperanza, y donde el legado de sus ancestros florece como un hermoso «Lol Cax» en el corazón de Quintana Roo. Su labor es una inspiración para todos nosotros y un recordatorio de la importancia de preservar nuestras raíces culturales, no solo para el pasado, sino también para las generaciones futuras.