EL BESTIARIO Santiago J. Santamaría

 

Trump contra la guerra, milagro de Francisco

“Dejo el Vaticano más decidido que nunca a perseguir la paz en nuestro mundo”, tuiteó el ‘apóstol’ Donald Trump, tras prometerle al Papa “No olvidaré su mensaje”…

El presidente de Estados Unidos intercambió con Francisco “puntos de vista” sobre “la promoción de la paz en el mundo a través de la negociación política y el diálogo interreligioso”, según la Santa Sede. del encuentro, de apenas media hora, salió una foto en la que aparece Jorge Bergoglio, con gesto muy serio, junto a un Donald Trump sonriente y pletórico, su mujer, Melania, y su hija Ivanka, la imagen, es la más comentada esta semana en las redes sociales. “Francisco es genial”, profundo análisis de Trump tras su encuentro con el Papa, no se esperaba gran sintonía, ambos se encuentran en las antípodas ideológicas, la cara del Pontífice, siempre tan transparente, ha sido de extrema seriedad. Al final de la “cumbre”, donde la ecología y la paz han estado muy presentes, el ambiente ha sido algo más relajado, “No olvidaré su mensaje”, le ha prometido el magnate neoyorquino en su despedida. En la biblioteca de la Casa Blanca estará la encíclica del actual papado sobre ecología “Laudato Si”. “Sobre la cura de nuestra casa común, el medioambiente”, ha recalcado el argentino. “Lo leeré” prometió el estadounidense, quien le regaló libros de Martín Luther King al “presidente” de la Iglesia Católica.

El Papa es el obispo de Roma, y como tal recibe la consideración de cabeza visible de la Iglesia Católica, cabeza del Colegio Episcopal, además de soberano del estado de la Ciudad del Vaticano. Se trata de un cargo electivo. El papa actual es Francisco, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, cardenal argentino elegido sumo pontífice en marzo de 2013. Su cargo se corresponde al del antiguo patriarca de Occidente de la Iglesia ecuménica previo al Cisma de Oriente. Al Papa también se le conoce como santo padre, sumo pontífice, romano pontífice, pontífice romano, vicario de Cristo, sucesor de Pedro y siervo de los siervos de Dios. A nivel internacional, el Papa recibe el trato de jefe de Estado y el tratamiento honorífico y protocolario de Su Santidad. Igualmente, es el representante por excelencia de la Santa Sede, la cual tiene personalidad jurídica propia, canónica1 e internacional. Asimismo, el pontífice posee inmunidad diplomática, es decir, no puede ser acusado en tribunales, ya que más de 170 países lo reconocen como soberano del Vaticano.

Después de meses de declaraciones cruzadas y alusiones veladas el uno sobre el otro, el presidente de Estados Unidos y el Papa se reunieron este jueves en el Vaticano. El mandatario norteamericano llegó acompañado de una comitiva formada, entre otros, por su yerno, Jared Kushner, investigado en las últimas horas por FBI por reunirse con los ‘espías’ que surgieron del frío, que invadieron Washington procedentes de Moscú del Kremlin de Vladímir Putin. Francisco le recibió con un “encantado de conocerle” y excusándose por no hablar correctamente inglés. Se sentaron en la mesa de la biblioteca privada y protagonizaron una reunión a puerta cerrada que ha durado apenas 27 minutos con la ayuda de un intérprete: el Papa, todo el tiempo en español, y Trump, en inglés. Había cierta tensión. Discrepan en prácticamente todas las grandes líneas de gestión emprendidas por el nuevo Gobierno: medio ambiente, inmigración, venta de armas, derivas del neoliberalismo… “Es un gran honor para mí”, ha dicho Trump. El Pontífice no ha respondido y la puerta se ha cerrado.

No ha trascendido el contenido de la conversación, pero dada la gran distancia de pensamiento que existe entre ambos (el Papa, entre otras cosas, cuestionó la fe de Trump cuando anunció que construiría un muro entre EU y México) y teniendo en cuenta el reciente atentado de Mánchester, se supone que habrán intentado tender puentes a través de la idea de la paz y de la lucha contra el terrorismo. De hecho, entre los regalos que el Papa ha ofrecido a Trump al término del encuentro, un momento que suele utilizar para subrayar cuestiones tratadas, se encuentra el mensaje que lanzó el último día de las Jornadas Mundiales para la Paz y un medallón con una rama de olivo grabada. “Es una medalla de un artista romano. Es el olivo, símbolo de la paz”, le ha dicho el Papa al término de la reunión. Segundos después, ha insistido: “Se lo doy para que sea instrumento de la paz”. A lo que Trump ha contestado: “Necesitamos paz”.

“Trump contra la guerra, milagro de Francisco”, titulo esta columna, donde no descartó que Francisco haya obrado un milagro de quien dejó el Vaticano más decidido que nunca a perseguir la paz en nuestro mundo. Algo le debió pedir el Papa. “No olvidaré su mensaje”, evoca a un nuevo secreto de Fátima, que llenó a mundo de esperanza por un futuro mejor. Donald no es un pastorcillo. Horas después de salir casi ‘levitando’ de la Basílica de San Pedro, empujó al primer ministro de Montenegro, le apartó para ponerse al frente del grupo en la sede de la OTAN.

Mientras caminaba con otros líderes de la OTAN en Bruselas, el inquilino de la Casa Blanca parece haber desplazado violentamente al primer ministro de Montenegro para situarse al frente del grupo. Donald Trump, mientras charlaba con el resto de mandatarios, golpea desde atrás en el brazo de Dusko Markovic, que se aparta sorprendido. El sucesor de Barack Obama se encuentra en Bruselas, tras partir de la capital italiana, en una reunión con otros 27 líderes de la organización militar. Genio y figura hasta la sepultura. Confío en la diplomacia terrenal y celestial de Francisco y el apoyo cómplice de la dulce Melania y sus ‘Potizza’.

 

@SantiGurtubay

 

 

 

 

 

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