SANTIAGO J. SANTAMARÍA. El Bestiario

 

LA REINA ISABEL II ANUNCIA QUE ‘SIGUE VIVA’ TRAS EL BREXIT

En solo unos pocos días, el hoy “Reino Desunido”, como si estuviéramos  ante un “Sueño de una noche de verano” (A Midsummer Night’s Dream), comedia de William Shakespeare, escrita en 1595, reconvertida en tragedia, se ha situado ante un panorama absolutamente opuesto a la Gran Bretaña próspera que prometían los “profetas”…

“El mundo debe dar gracias a Reino Unido”, titulaba una de sus columnas periodísticas, esta misma semana el escritor inglés John Carlin. “Los británicos nos han demostrado que la política no es, o no debería ser, un juego frívolo”. La confusión y el caos en la que se encuentra sumida la política interior británica apenas una semana después de la celebración del referéndum que aprobó la salida de Reino Unido de la Unión Europea es la constatación palpable, en primer lugar, de la ausencia de un proyecto mínimamente serio por parte de los defensores del “Brexit” y, en segundo lugar, de que acudir a las urnas para echarse en brazos de las consignas populistas tiene importantes consecuencias.

Con su habitual flema, la reina Isabel II confesará al viceministro principal de Irlanda del Norte, Martín McGuinness, que todavía está con vida después de una semana en la que han ocurrido “tantas cosas”.

La irresponsabilidad de convocar un referéndum planteado de tal modo que su resultado impide cualquier margen de negociación política con los demás socios de la Unión Europea, la apatía manifiesta de importantes líderes políticos, que defendieron con la boca pequeña la permanencia del “Reino Desunido” en el proyecto común con mayor éxito de la historia de Europa y la demagoga soflama nacionalista esgrimida por políticos de todas las tendencias han cristalizado en una situación impensable hace apenas unos meses. El “Brexit” es el síntoma más alarmante hasta la fecha de un fenómeno global contemporáneo “antiélites”. Se ha vuelto un tópico esto, repetido hasta el aburrimiento, en el “New York Times”, por sus columnistas de élite.

¿Por qué los londinenses y los escoceses, a excepción de casi todo el resto del reino de Romeo y Julieta, Hamlet, Otelo, El Rey Lear, Macbeth, y Antonio y Cleopatra, escucharon a los expertos, desoyeron a los populistas y votaron abrumadoramente a favor de la permanencia en Europa? Fácil. Porque los londinenses habitan en la ciudad más cosmopolita del mundo, conviven y trabajan con extranjeros todos los días y ven no solo que aportan mucho a la ciudad en lo económico y en lo social sino que son tan reconociblemente humanos como ellos mismos. Muchos han destacado en las tragedias de William Shakespeare su concepto aristotélico: el protagonista debe ser un personaje admirable pero imperfecto, con un público capacitado para comprender y simpatizar con él. Ciertamente, cada uno de los personajes trágicos de Shakespeare es capaz de ejercer el bien y el mal. Shakespeare tiene algo que ver en el “Brexit”.

En Google, la palabra “Brexit” superó a “porn” (porno), el Día de la Independencia. ¿Qué significa dejar la Unión Europea?, fue la pregunta más consultada tras el referendo separatista, no lo tenían muy claro. La decisión de abandonar la Unión Europea se asocia ya a San Juan, una festividad cristiana, de origen pagano en la que se suelen encender hogueras o fuegos y ligada con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano.

Mientras tanto en Cancún, Riviera Maya, Isla Mujeres, Quintana Roo, México se preparan para ver llegar a turistas “british” más austeros por culpa de una libra depreciada, con presupuestos más ajustados. Buena parte de ellos realiza (y paga) sus reservas con meses de antelación. Esto último hace que, pese a las turbulencias que vive la libra esterlina por el “Brexit”, el sector turístico no prevea una bajada fuerte en la llegada de británicos este verano.

Casi 24 horas después de defender la tortura, Donald Trump, volvió el pasado jueves a levantar la polémica con otra broma en un mitin celebrado en Manchester, New Hampshire. El multimillonario neoyorquino ha arremetido contra el vecino del Sur, diciendo que un avión que sobrevolaba el acto podría ser una aeronave mexicana “a punto de atacar”.

Trump ha basado toda su campaña presidencial en agitar los temas raciales, prometiendo acabar con la inmigración ilegal e insultando a los emigrantes mexicanos a los que llamó “violadores, criminales y traficantes de drogas”.  México ha reaccionado con estupor a la pretensión del candidato republicano de construir un muro en la frontera mexicana para frenar la llegada de indocumentados. La retórica del oponente a la demócrata Hillary Clinton evoca a los que utilizaron para llegar al poder los dictadores europeos de antaño como Adolf Hitler, Benito Mussolini y Franco o los defensores actuales del “Brexit”. Nigel Farage, del Partido de la Independencia del Reino Unido, y el ex alcalde conservador de Londres, Boris Johnson, andan desaparecidos estos días, como si nadie quisiera responsabilizarse ni rentabilizar la victoria. Es más, Johnson ha anunciado por sorpresa que se apea de la carrera por suceder al imbécil de David Cameron, consciente de que se avecina una dura travesía del desierto que no quiere gestionar. A una semana del referéndum el choque con la realidad ha demostrado que muchos de los principales argumentos para votar contra la UE eran falsos. La distopía del “Brexit”.

 

@SantiGurtubay

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