EL BESTIARIO

EL BESTIARIO

Los desmanes sexuales de su ‘Borbón’, Juan Carlos I

España está orgullosa del Rey de la ‘Transición Democrática’ y padre de Felipe VI

SANTIAGO J. SANTAMARÍA GURTUBAY

Ha sido tan la intensa vida amorosa del «Don Juan Tenorio» de la globalización y todavía marido infiel de la sufrida Sofía de Grecia, que es una «Misión Imposible» el diferenciar el rumor de la realidad. Durante muchos años, gracias al silencio cómplice de los «mass media» eran «secretos de Estado» los romances extramatrimoniales con protagonistas de la farándula cultural como la actriz alemana Nadiuska, secundera en «Conan el Bárbaro», con Arnold Schwarzenegger, la italiana presentadora y cantautora de «Fiesta» Raffaella Carrá, la «Evita’» madrileña y Premio Granmy Latino Paloma San Basilio o hasta la manchega «violetera» Sara Montiel. En la larga «Lista Schindler» del romántico José Zorrilla, aparece la mismísima Diana de Gales, esposa entonces del eterno jubilado aspirante a la Corona Británica hasta que su madre Isabel II del Reino Unido lo quiera, Carlos de Gales. Las relaciones «reales» fueron con la diseñadora balear Marta Gayá, la princesa de origen danés CorinnazuSayn-Wittgenstein, y la vedette y ex esposa del domador de tigres Ángel Cristo, la locuaz y cruel Bárbara Rey: “Estas son dos tetas y no las de la Reina”.

«De Botsuana a Bárbara Rey» es el título de la genial chirigota, que con sus coplas humorísticas, animaron  pasados Carnavales de Cádiz. No hay mayor satisfacción para la plebe que carcajearse de la realeza de sangre azul en España. La chirigota es una agrupación músico coral de carácter carnavalesco que canta principalmente por las calles ofreciendo coplas humorísticas al pueblo. También se denomina genéricamente chirigotas a las canciones interpretadas por estas formaciones corales. Las chirigotas son coplillas recitativas y monólogas y poseen unas formas musicales muy simples procedentes del pasodoble, la rumba, la sevillana, el tanguillo, la seguidilla, la jota, la isa canaria etc. Las letrillas inventadas ad-hoc se acoplan a esta música y tratan de muy diversos temas, centrándose sobre todo en la actualidad, tanto política como de la prensa del corazón. En muchos carnavales del mundo se celebran concursos donde los grupos compiten por diversos premios, valorándose principalmente tres aspectos: el vestuario o presentación, la calidad de las voces y la agudeza de las letras. El objetivo principal de la chirigota es hacer reír al público a través de la crítica satírico-humorística.

«De Botsuana a Bárbara Rey» retrató los desmanes de Juan Carlos I. “Carnaval, carnaval. Carnaval, te quiero”, que dice la mítica canción. Situación sentimental no siempre compartida cuando se aproximan los meses de enero y febrero -o marzo, dependiendo del año- y percibimos que el acontecimiento en el que toca disfrazarse y bailar hasta que el cuerpo aguante tardará un tiempo en llegar. Antes debía tomar posesión de su cargo, en un pasado diciembre nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien sustituyóa Enrique Peña Nieto. El morenista y el priista se «salvan» de residir lejos de Cádiz. Claro que no todos vivimos en esta ciudad, sita en Andalucía, en el Sur de España, próxima al Marruecos del cannabis de Ketama, madre proclamadora de constituciones progresistas españolas y latinoamericanas, ni disfrutamos de los geniales concursos de comparsas y chirigotas. De carácter ácido y corrosivo, el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas que se celebra en el Gran Teatro Falla ilustra con grandes dosis de humor la actualidad de la España de nuestros días. Y claro, después de las últimas noticias que vuelven un día sí y otro también a salir a la luz alrededor de los escarceos de su rey emérito, Juan Carlos I sigue siendo uno de los grandes protagonistas. La actuación es pura hilaridad. Un Juan Carlos I que entra cojeando al teatro al ritmo del himno de España, con una escopeta que se convierte en metralleta, puesto de rodilleras y coderas por lo que pueda pasar y una riñonera en la que lleva «Trombocid» para calmar los dolores. Por supuesto, arrancan con una versión de «Soy un truhán», de Julio Iglesias: “Ya por fin me he jubilado, / esto es un flipe. / Ahora si tenéis problemas, llamad a Felipe. Hace ya tres años que cambié la corona / por echarle pan duro a las palomas. […] Y es que yo tengo la suerte de ser Borbón, / soy un truhán, soy un señor / y casi fiel en el amor… si no que le pregunten a Sofía…”, arranca la actuación

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