DINERO Y PODER Román Rosas Christfield
INCERTIDUMBRE Y VOLATILIDAD FINANCIERA
Rosas Christfield
En los últimos meses han surgido diferentes shocks económicos externos que han afectado el desempeño de la economía mexicana en el mediano plazo. La economía norteamericana no acaba de recuperarse, tal y como lo muestran sus recientes cifras negativas de creación de empleos. Se espera que la normalización de la política monetaria norteamericana se postergue hasta el año próximo, lo que mantendrá altos niveles de incertidumbre sobre los flujos de capital y tendrá un impacto negativo de corto plazo en las economías emergentes. Además, la dinámica de otras variables externas como los precios del petróleo, la volatilidad financiera mundial y los conflictos globales podrían contribuir a generar un complicado contexto mundial que tendrá impactos negativos en nuestra economía. En un escenario de tipo tendencial el modelo macroeconométrico del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM pronostica que el PIB de México. Si las circunstancias económicas se mantuvieran igual, para 2016 se espera un crecimiento de poco más del 2.9%, con una creación de cerca de poco más de 750 mil empleos. Sin embargo, un escenario externo más complicado sería aquel en que la Reserva Federal tome la decisión de aumentar la tasa de interés en 2016. Simulaciones basadas en el modelo econométrico sugieren que un aumento de 25 puntos base en la tasa de interés de EU implicaría que el PIB de México sólo crecería 2.7% con tasas de interés más altas durante 2016. En consecuencia, es claro que no se puede esperar que en los próximos meses el motor de crecimiento de la economía mexicana provenga del sector externo y es altamente probable que los shocks externos jueguen un rol negativo en el desempeño de nuestra economía.