DINA BARRERA. Tacones ALTOS… y en Cancún
Dejamos o nos deja el verano…
Estamos tratando de dejar al verano, pero parece que el verano no quiere dejarnos, y mientras tanto mis amigas siguen comprando sombreros y salidas de playa, y entonces siento y sé que no solo a mí sino a todos los cancunenses nos sigue el calor.
Entre mis temas, estuvo obviamente el obligado tour en el barco de Paco Lasa, quien no ha ido invitado, y sino pues, te faltan conexiones.
Pero la cuestión hoy después de despedirnos del verano, y de las conexiones y la moda, también nos tocó vivir una cuestión ambiental, y ciertamente el calor tiene que ver con ello, y por consiguiente y efecto de esto fue la invasión del sargazo en la playa más espectacular del Caribe Mexicano, Playa Norte.
Mmmm… Nos entristece los efectos del supuesto huracán, Earl.
Montañas, montañas, montañas de sargazo! Y una corriente oscura, chocolatosa, que nos impidió antojarnos por primera vez en 20 años, de disfrutar de las aguas azul turquesa que nos ha dado la fama mundial.
La columna de hoy es, reiteró, una reflexión: la ambiental.
Ello nos obliga a pensar sobre la palabra Responsabilidad.
La primera, de parte de cada uno de nosotros, hacer caso de todas las recomendaciones para amortiguar lo que el planeta pide a gritos de cada uno de nosotros: compromiso y responsabilidad.
Pero más, la responsabilidad de esos inversionistas para cuidar el principal activo de nuestro destino: La playa, que por cuestiones de negocios y su falta de Compromiso y Responsabilidad, se hacen de la vista gorda, y no se comprometen a implantar programas para amortiguar esos efectos, pero tampoco nuestras autoridades.
Evidentemente, sí el sargazo y las aguas chocolatosas no es culpa directa, pero sí indirecta de nosotros, de los inversores y del gobierno.
Esta reflexión de despedida del verano, bikinis, pareos, sombreros y el tremendo calor, derivan de esto. Históricamente, jamás habíamos llegado a estos calores, pero vuelvo a lo mismo, qué hacemos todos? Pienso, y me incluyo, nada… Hoy me comprometo a ser responsable, por mi planeta, por mi terruño adorado que me ha acogido durante 20 años, y porque quiero contaminar a quienes puedan absorber este mensaje de los que nos compete y nos compromete, hacer un poquito cada día mejores, y en un lugar privilegiado….
Au Revoir