“Día de Muertos, tradición que no muere”
Mientras que muchos celebran la noche del día 31de octubre como “Noches de brujas”, otros se preparan para la fiesta del día de muertos.
Los protestantes celebran el 31 de octubre como el aniversario de la “reforma protestante”, fecha que clasifica la ruptura de la Iglesia Católica Romana y el surgimiento de la iglesia Evangélica Cristiana.
El 31 de octubre de 1517, Martín Lutero clavó en las puertas de la iglesia de Wittemberg Alemania, los 95 artículos en los que discrepaba con la falsa enseñanza la compra de “los favores de Dios y la salvación de la pena del purgatorio”, las llamadas Indulgencias” eran documentos firmados que emitía el papa de roma. Con estas 95 tesis de Lutero, se cimbraron los cimientos de la iglesia de ese entonces.
Lutero lo hizo el 31 de octubre, y aprovecho que la gente bajaba de los pueblos al comercio y a la celebración “del día de todos los santos”, fecha en que se veían obligados a asistir a la misa, donde el moje Lutero ministraba. La Reforma protestante solamente buscaba “Volver a la forma original de las enseñanzas de Jesucristo.
Es cierto que hay una oleada de los que celebran el Halloween, otros con la tradición prehispánica de los altares de muertos y la llegada de los fieles difuntos, según se cree; otra la celebración de todos los santos, pues en el calendario quedaron afuera tantos santos que no alcanzaron su día, a ellos se les dedica el día 1º. de noviembre como “el día de todos los santos”.
Por lo regular, esta fecha oficialmente no es feriada, pero la gente lo toma como festivo y celebra todo en un sincretismo religioso. Muchos protestantes tienen su convivencia con el tradicional pan de muerto, con el festejo de los cumpleañeros de ese mes, y con la alegría de un año más de ser protestantes.
La Biblia dice:
- Por eso les digo: no permitan que nadie les diga lo que tienen que comer o beber. Tampoco se sientan obligados a celebrar festividades tales como las fiestas de guardar, celebración de Luna Nueva o días de descanso. Col. 2:16.
- Coman cualquier carne que se venda en la carnicería, sin preguntar si se debe comer o no. 1 Cor, 10:25.
- Tus creencias sobre estas cosas deben ser un secreto entre Dios y tú. Afortunado el que puede hacer lo que cree que es correcto sin sentirse culpable. Romanos 14:22.
Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino llamado vida.
Pbro. Carlos César González Cruz.