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Agencia
La compañía estadounidense Chesapeake Energy, pionera de la industria de la fracturación hidráulica especializada en el esquisto, ha anunciado este domingo 29 de junio que se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EE.UU. para reestructurar su deuda.
Su pasivo de momento ronda los 9.000 millones de dólares, y mediante el proceso de la bancarrota y reorganización la petrolera planea deshacerse de 7.000 millones de la suma acumulada, manteniendo sus operaciones en todo momento.
Chesapeake Energy acordó la reorganización por quiebra bajo el Capítulo 11 con todos sus prestamistas y aseguró 925 millones de dólares bajo una estructura de deudor en posesión (DIP, Debtor in Possession) para sacar el negocio adelante durante el proceso, suma que tendrá disponible si lo autoriza la corte. También acordó los términos principales de la facilidad de salida de 2.500 millones de dólares.
Un gigante del petróleo de esquisto en EE.UU. se declara en bancarrota
Fundada en 1989, la empresa se enfocó en la perforación de las zonas subdesarrolladas de Oklahoma y Texas, y en lugar de la perforación de pozos verticales empleó técnicas de perforación lateral para liberar el gas natural de formaciones de esquisto no convencionales.
Al emplear técnicas de extracción de petróleo y gas no convencionales, Chesapeake Energy se convirtió en un líder del ‘fracking’, método que ha afrontado un escrutinio agudo debido a su impacto ambiental, y en la medida en que iba adquiriendo más terrenos en diferentes estados asumía también una creciente deuda, gran cantidad de la cual tendría que pagar ya en los próximos años.
La alta competencia con la aparición de más actores en el mercado nacional también le jugó una mala pasada, ya que otras empresas parecidas del ‘fracking’ inundaron el mercado con gas barato.