Desafían a la muerte en Corales
Al cumplirse hace algunos días atrás, un año desde que se derrumbó estrepitosamente parte de la escalera de los edificios I y 2 de la manzana 10 Lote 7 en el fraccionamiento Corales, ninguna autoridad o institución responsable de garantizar espacios de vivienda seguros, ha querido aventarse el tiro de realizar las reparaciones que requiere tanto este inmueble, donde en medio del riesgo que ello implica aún viven cuatro familias, como otros de esta populosa zona habitacional, cuyas estructuras han evidenciado desde hace varios años, graves deterioros.
Desde el día 23 de junio de 2015, cuando, ocurrió el derrumbe de la escalera que comunica ambas torres de departamentos, cuyo saldo fue el de dos personas lesionadas y el que autoridades de Protección Civil el pasado 9 de julio de 2015 declarara inhabitables 20 edificios de Corales y se impidiera el acceso a sus moradores. Opiniones, dictámenes y análisis de las condiciones de riesgo que ahí imperan, se han acumulado sin cauce alguno, lo que se evidencia nada más con observar los vestigios que aún quedan de aquella tragedia.
En torno a dicho complejo habitacional de la Región 77, construidos hace unas tres décadas, durante las que no recibieron y no han recibido el mantenimiento que requieren, es posible encontrar aún las grietas y los fragmentos de la infraestructura colapsada, la cual en parte, fue sustituida por una escalera metálica, la cual permite a quienes viven en el primer piso, acceder a sus departamentos.
EL PANORAMA
Un joven, que habita un apartamento de la planta baja en el edificio 2, quien sólo se identificó como Luis Armando, comenta que al no tener otro sitio donde vivir, cuatro familias, conformadas en total por 14 personas, son las que permanecen en el lugar, donde dicho sea de paso y pese su entorno de riesgo, no existen señalamientos preventivos o restricciones para entrar, salir, subir o bajar con libertad del inmueble, por lo que a decir de este vecino, «ya se olvidaron de darles atención».
En su momento, se dijo que realizar la valoración de cada torre de departamentos, tendría un costo de 30 mil a 50 mil pesos, lo que permitiría realizar las remodelaciones que se requieren en cada daño estructural. Sin embargo, dado lo elevada de dicha inversión, nadie ha querido hacerse responsable, en perjuicio de los vecinos del lugar.
Pese a que también el 9 de julio de 2015, un peritaje del Colegio de Ingenieros Civiles de Cancún, determinó que 20 edificios de los Corales, son inhabitables, éstos continúan ocupados sin mayor variación, ya sea pos sus dueños, inquilinos o invasores, con el detalle de que varios departamentos se han puesto a la venta o intercambio por automóviles o lanchas, mediando el señalado riesgo que implica vivir en un vecindario copado por sus problemas tanto infraestructurales de sus viviendas, como sociales, urbanos y de inseguridad. Por Raimon Rosado>Quequi