Denuncian invasión en ejido

BACALAR

Por Sergio López Lara > Quequi

Personas sin escrúpulos ajenas al Ejido Bacalar, pretenden apropiarse de terrenos cercanos a la Laguna de los Siete Colores, así como áreas en donde se encuentran cenotes que son sitios no abiertos al público, mismos que tienen una alta plusvalía; estos oportunistas, además de haber cercado estas zonas para no permitir la entrada a residentes locales, ni al turismo, utilizan a policías para intimidar.

De acuerdo a documentos y fotografías que obran en poder de Quequi, enviados por los quejosos, aseguran que es lamentable que en plena temporada vacacional se esté prohibiendo el acceso a áreas públicas de la laguna de Bacalar, incluso a un lugar conocido como «La Bruja», donde se encuentra un cenote que por años ha sido un atractivo natural cuidado por los habitantes, quienes constantemente realizan limpieza, además de recoger basura para mantener este atractivo natural.

Agregan que misteriosamente, a últimas fechas han estado apareciendo supuestos dueños de estos terrenos que los han mandado a cercar, además de utilizar a policías para no permitir la entrada a estos lugares, que según ellos es propiedad privada, lo cual es totalmente falso, debido a que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), así como la Secretaría de Turismo en el estado, autoridades de Bacalar y el ejido, han dado autorización para que estas áreas públicas sean utilizadas por residentes locales, así como turistas nacionales e internacionales a los que no se les está permitiendo la entrada.

Los inconformes aseguran que sería importante que autoridades de los tres niveles de gobierno, así como el propio ejido de Bacalar tomen cartas en el asunto, para evitar que estos predios sean invadidos por vivales, como ha sucedido en diversos municipios del estado, donde se prohíbe la entrada a playas públicas, así como sitios que son de libre acceso sin que se cobre un sólo peso.

Situación similar se vive en estos momentos en la comunidad de Xul-Há, distante 20 kilómetros de Chetumal, donde lugareños se dieron a la tarea desde hace varios años de limpiar un área a la orilla de la laguna, además de preservarla para convivir con familiares y amigos, pero misteriosamente y en plena temporada vacacional han aparecido supuestos dueños que también han cercado este lugar, prohibiendo la entrada a cualquier persona a las que les exige 50 pesos por cada uno para acceder a este lugar público y gratuito para los residentes locales, así como el turismo.

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