Deja profunda huella
Por Luis Roel Itzá
Irreparable pérdida para la historia de la Isla de Cozumel, fue el fallecimiento de su cronista vitalicio, el profesor Velio Vivas Valdés, debido a una enfermedad crónica que padecía desde tiempo atrás; autor de varios libros inéditos entre los que destaca “Travesía por la Historia de Cozumel”, recibiendo innumerables reconocimientos en vida, el último fue la “Medalla Diosa Ixchel” en noviembre del año pasado.
El profesor Velio Vivas Valdés, nació el 29 de mayo de 1943, y durante 42 años fue el cronista vitalicio de la Isla de Cozumel, quien defendió toda su vida los vestigios mayas de la costa oriental de la isla y quien escribió cuatro libros publicados, cuatro inéditos, de los que destaca “Travesía por la Historia de Cozumel”, del que tuvo que hacerse dos ediciones debido a la demanda.
El libro es una monografía histórica que reproduce una reseña de los principales personajes que forjaron la isla, desde sus antecedentes prehispánicos hasta la actualidad, lo que le ha ganado un lugar en las bibliotecas de cronistas del país e inclusive de otros países.
LEGADO
Fue profesor en la Secundaria técnica #6 “José Vasconcelos”, impartiendo la materia de Historia y Civismo y ya en su retiro, se modernizó y utilizando la tecnología de los equipos inteligentes y computadoras, escribía prácticamente todos los días y cuando su deteriorada salud se lo permitía, reseñas históricas de la fecha o de personas que fueron parte de la historia de Cozumel.
El cronista escribió miles de páginas sobre el devenir de Cozumel que han marcado la historia, que sin egoísmo puso a disposición de quienes quisieron consultarla, “porque sólo se ama lo que se conoce” como siempre expresó en vida Velio Vivas Valdés, cuyo fallecimiento la mañana de ayer 22 de junio, conmocionó a los cozumeleños que lo apreciaban por sus miles de anécdotas que no alcanzó a plasmar, pero que en cada oportunidad que tenía contaba ante cualquiera.
En vida recibió todo tipo de reconocimientos por su labor como cronista vitalicio, desde finales de febrero de 1978 que aceptó el nombramiento, siendo el último, la “Medalla Diosa Ixchel” en noviembre del año 2019.