
Cuaresma de reflexión
Pbro. Carlos César González Cruz.
La cuaresma es un tiempo de reflexión, penitencia y conversión.
Reflexiona sobre la vida que llevas, las decisiones que has tomado y lo que has obtenido de ello. Todos cometemos los más grandes errores de nuestra vida cuando estamos o muy contentos o muy enojados. La recomendación es: «No jures nada cuando estés enojado, ni prometas nada cuando estés contento». En condiciones de euforia podemos volvernos reenes de nuestras propias palabras. Ya la Biblia nos dice: «Porque la gente violenta no puede hacer lo que Dios quiere» Santiago 1:20.
Es tiempo para hacer una pausa y revisar a dónde estás llevando tu vida.
Si hay contrición, es decir arrepentimiento por las acciones malas, debemos de hacer penitencia, esto consiste en arrepentirnos y buscar la manera de reparar el daño ocasionado.
El llamado de Dios siempre es a convertirnos, a ser más humanos, más cristianos. Las situaciones de la vida influyen a volvernos más materialistas, más duros e indiferentes, y muchas veces somos más complicados con los nuestros, a quienes deberíamos amar mas.
La siguiente anécdota puede ilustrarnos un poco.
La madre escorpión transporta sus crías sobre su espalda, cuando estos comienzan a crecer, se alimentan de su carne. A pesar del dolor que siente, la madre soporta en silencio, permitiendo que sus hijos se alimenten hasta que pueden valerse por sí mismos, termina entregando su vida para sostenerlos.
Esto mismo pasa con muchos padres con sus hijos. Al igual que la madre escorpión. Muchos padres se sacrifican por sus hijos, trabajando incansablemente para proveerles educación, sustento y refugio. Sin embargo, a menudo, los hijos no corresponden a este sacrificio, descuidando a sus padres en la vejez y priorizando sus propias metas.
Disfruta de la cuaresma, reflexiona y conviértete.
¡Bendiciones amigos y hermanos caminantes del camino llamado vida!