Crimen, en ‘narices’ de gendarmería
CANCÚN
Por Juan Manuel Trinidad > Quequi
Los centenares de elementos de Gendarmería que llegaron al estado hace unas semanas parecen estar de vacaciones en este popular destino turístico, pues aunque se les ve en los hoteles en los que se hospedan y en diversos filtros de seguridad, a la hora en que ocurren hechos violentos, incluso en lugares céntricos y emblemáticos, brillan por su ausencia.
Ayer fue un día sangriento, por la ejecución de una persona en la madrugada en la conocida Plaza Solare, a 50 metros de un filtro policiaco, mientras que en la mañana un heroico guardia de seguridad pagó con su vida su intento de detener a unos asaltantes que huían de un atraco cometido contra una casa de cambio en el Mercado 28, hechos en los que también resultaron heridas de balas dos personas.
A ello se suma el hallazgo de una persona descuartizada frente a los Tribunales de Justicia, además del incendio de varios vehículos con mensajes del crimen organizado, sin que los efectivos federales puedan dar con estos malhechores, que pueden pasearse a sus anchas por la ciudad sin ser detectados.
ASESINADO
Eran casi las 9 de la mañana cuando el personal de la casa de cambio “Money Exchanger” acudió a este local en la Plaza Bonita para iniciar su jornada laboral. De pronto, cuatro maleantes descendieron de un taxi y amenazaron a la cajera del local.
Justo en ese momento pasaba un guardia de la plaza, quien sacó su macana y comenzó a perseguir a los delincuentes, los que emprendieron la huida en sentido contrario por la Xel-Ha, para luego internarse en el andador que pasa por detrás de Correos de México, rumbo a la avenida Tankah.
El guardia, de 40 años, los siguió inicialmente en su moto, la que abandonó al ingresar en el andador, donde dio gritos pidiendo detener a los ladrones, los que fueron atendidos por los comerciantes que estaban abriendo sus locales en esa parte del Mercado 28.
Uno de los ladrones llevaba un arma, pero la apuntaba sin accionarla (posiblemente se le trabó); esto envalentonó a los trabajadores de la plaza, quienes también se unieron a la persecución y comenzaron a tirarles pedradas a los maleantes.
Sin embargo, cuando los delincuentes estaban por detrás del supermercado Aki y el guardia ya les había dado alcance, sonaron cuatro disparos y tres personas cayeron al suelo. Uno fue el guardia, mortalmente herido por un balazo en el pecho, del lado izquierdo.
El otro fue un comerciante de 32 años, quien recibió el impacto en el abdomen, aunque se encuentra estable. El tercero fue un joven de 16 años, quien recibió dos disparos, uno en el pecho y el otro en el brazo izquierdo; su estado es delicado.
Para esto, los ladrones y ahora homicidas continuaron su huida; dos abordaron un taxi y dos siguieron a pie, sobre la Tankah, rumbo a la Cobá. En el camellón de la primera avenida, a 100 metros del cuerpo sin vida del guardia, yacía el arma homicida, abandonada por el asesino.
AUSENTES
Quienes no fueron vistos durante todo esto fueron los miembros de la Gendarmería Federal, quienes hasta ahora no han participado en alguna acción concreta contra la delincuencia común y mucho menos la organizada.
Idéntica situación fue la vivida en Plaza Solare, escenario de la décima ejecución del año, a las 2:30 de la madrugada. Pese a que hay un filtro policiaco y una patrulla de Gendarmería está apostada de forma permanente cerca del lugar, el pistolero no fue detenido o siquiera perseguido.
Cabe destacar que apenas hace un mes otra persona fue asesinada en este concurrido lugar, que como está lleno de bares es un punto álgido para crímenes de alto impacto. Pese a ello, este nuevo asesinato vuelve a tomar desprevenidos a estas fuerzas federales.
Si en todos estos sitios emblemáticos la respuesta de la autoridad ha sido nula, ¿qué esperar en el resto de la ciudad?.