
Corren riesgos por Perla Tun
Por Raimon Rosado>Quequi
Por ignorancia, falta de preparación y de conocimientos así como por tener a cargo de instancias encargadas del manejo de animales, a personas que ni reúnen el perfil requerido, la presidenta municipal de Cozumel, Perla Tun, ha puesto en gran riesgo a la población de la demarcación insular a su cargo, al hacer caso omiso a los exhortos hechos por agrupaciones encargadas de procurar el bienestar animal, sobre la urgente necesidad de implementar una campaña intensiva de vacunación contra la rabia, a lo que se suma, el inadecuado manejo de los cuerpos de varios caninos presuntamente muertos por padecer dicha enfermedad o moquillo, señaló la presidenta de la Sociedad Protectora de Animales de Quintana Roo, Sara Rincón Gallardo.
Luego de que en días pasados, saliera al descubierto que en instalaciones del Cuerpo de Bomberos de la isla, se encontraban congelados en neveras, los cuerpos de varios caninos, que al parecer murieron a consecuencia de moquillo, lo que se sumó al inadecuado manejo de otros perros sacrificados por padecer rabia, la activista, destacó que desde hace algún tiempo, se detectó que en Cozumel existe un brote de rabia, lo quien se ha hecho del conocimiento de la alcaldesa, incluso a través de agrupaciones en favor del bienestar animal, con sede en la Ciudad de México , para que de inmediato se emprenda una campaña intensiva de vacunación antirrábica, lo que hasta ahora no ha hecho.
“Lo que aquí se observa, es que el problema se está atendiendo de manera irregular, ya que si en efecto hay perros con rabia, primero debe hacerse un monitoreo y analizar los cerebros de los canes, para saber si en efecto padecían la enfermedad, tras lo que sus cuerpos deben ser incinerados con apego a ciertas medidas de salubridad. No se pueden enterrar o mucho menos congelar”, destacó.
Dijo que al ser totalmente indebidos los procedimientos que la alcaldesa cozumeleña, ordenó para resguardar los cuerpos de los animales enfermos, se está poniendo en grave riesgo a la ciudadanía, cuya atención debe darse mediante una campaña de vacunación contra la rabia por lo que deben ser las autoridades de Salud estatales quienes deben tomar cartas en el asunto para que se pongan en marcha dichas acciones, las cuales deben ser masivas dada la gravedad del asunto.