Corre sangre en la cárcel de Playa
PLAYA DEL CARMEN
Por Luis García > Quequi
Una sangrienta riña estalló ayer en el Centro de Retención Municipal, misma que dejó como saldo 22 reos lesionados, entre ellos al menos seis por arma de fuego, clara muestra del descontrol que prevalece en este penal, derivado de la insistencia de la presidenta municipal, Cristina Torres, de mantener como directora a su allegada Emma Luisa Robles, pese a las reiteradas y persistentes acusaciones de corrupción en su contra.
El motín de gran escala inició a las 10:30 horas y se prolongó durante horas, en tanto que autoridades cercaban la zona en un radio de cuatro kilómetros, sin permitir el acceso a medios de comunicación, lo que no sólo dejó a mucha gente sin la posibilidad de acudir a la gasera, sino que alimentó rumores de una posible fuga y de fallecidos, en especial después del ingreso de un vehículo del Servicio Médico Forense (Semefo).
Los consternados familiares de los reos acudieron a toda prisa al Hospital General al correr las noticias sobre la existencia de lesionados en esta reyerta, que ya venía anunciada debido al creciente descontrol en el penal, donde a cambio de dinero dejan pasar drogas, alcohol, celulares y, como se demostró, incluso armas.
Una joven mujer, de aspecto humilde, pariente de un reo que presentaba una herida a la altura de la clavícula, fue muy clara al denunciar con palabras entrecortadas por el llanto que al interior del Centro de Retención Municipal se cometen todo tipo de actos de corrupción, que Cristina Torres está al tanto y que la directora se sabe protegida e incluso amenaza a los familiares de dañar a los internos si hablan al respecto.
La mujer declaró que a su pariente ya le habían fracturado una pierna anteriormente, porque al interior impera la ley del dinero y de la violencia.
Fue alrededor de las 10:30 de la mañana, que unos 200 elementos de los tres niveles de gobierno se movilizaban al penal, luego del reporte de detonaciones de arma de fuego en una riña entre reos de distintas secciones.
Desde kilómetros a la distancia se observaba una espesa nube de humo que emanaba del penal, provenientes de colchones, ropa y maderos que los reclusos quemaban. Desde la azotea, grupos de reos aventaban toda clase de objetos, mientras desde el interior se escuchaban detonaciones de arma de fuego.
Se rumoraba incluso que el motín era una “cortina de humo” para tapar la fuga del peligroso delincuente “Z30”, pero esto fue desmentido por las autoridades.
Una vez controlada la situación, la propia presidenta municipal admitió que los cuerpos de seguridad solo realizaron disparos al aire, por lo que los baleados fueron resultado de un tiroteo entre bandas rivales, indicativo de la presencia de armas al interior del Centro de Retención Municipal, pese a los filtros de seguridad.
Lo anterior a todas luces refuerza las denuncias de la corrupción que impera en el penal, permitida por la alcaldesa y Emma Luisa Robles, quienes solapan este tipo de prácticas que se sabe ocurren al interior y que abarcan todos los niveles, desde la misma directora hasta los custodios.
