Confiesa autoflagelación

Los Ángeles

Agencias Quequi

 

El matrimonio formado por Will y Jada Pinkett-Smith ha sido acusado en más de una ocasión de empujar o incluso forzar a sus hijos a seguir sus pasos en el mundo del entretenimiento -bien sea en la música o la actuación- para convertirlos en la siguiente generación de estrellas de la familia. En el caso de su hija pequeña, Willow, su consagración se produjo en 2010 cuando presentó su primer sencillo ‘Whip My Hair’, que la llevó a lo más alto de las listas de éxitos y la llevó a salir de gira mientras, de puertas para adentro, la entonces jovencita de 11 años vivía un verdadero infierno.

En el pasado el famoso actor ya reconoció que el corte de pelo que lucía por aquel entonces su niña -una cabeza rapada que contradecía el lema ‘me arreglo el pelo’ de su canción- había sido en realidad una llamada de socorro y una advertencia de que no quería continuar por ese camino.

Lo que no sabían sus padres -hasta ahora- era que en aquella época Willow también comenzó a autolesionarse a consecuencia del estrés.

Esa revelación tomó completamente desprevenida a Jada, quien en ningún momento sospechó lo que le estaba ocurriendo a su hija: «¿De cuándo estás hablando? No me di cuenta de nada. ¿Dónde te cortabas?», fue su reacción.

Por duro que le resulte al matrimonio escuchar lo doloroso que resultó para su hija lidiar con la popularidad que acarrea su apellido, la libertad que siempre les han otorgado a su prole para expresarse con franqueza en ese sentido les ha ayudado a ser mejores padres.

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