Condenan a Dominique Pelicot

Él y otros 50 hombres recibieron sentencia por el terrible caso de violación masiva a su esposa.

Francia
Por Agencias

En un juicio que ha sacudido a la sociedad francesa, Dominique Pelicot fue condenado a 20 años de prisión por drogar y violar sistemáticamente a su esposa, Gisèle Pelicot, además de reclutar a decenas de hombres para que abusaran sexualmente de ella durante casi una década. Otros 50 hombres también recibieron condenas, aunque muchas de ellas fueron significativamente más cortas de lo solicitado por la fiscalía.

El tribunal de Avignon dictó un total de 441 años de prisión para los culpables, muy por debajo de los 652 años que los fiscales habían solicitado. Entre los condenados, 49 fueron hallados culpables de violación, mientras que dos enfrentaron cargos por agresión sexual. Algunos, incluso, fueron señalados por poseer material de abuso infantil. Sin embargo, más de 20 acusados aún permanecen prófugos.

Una estrategia polémica
Catherine Le Magueresse, presidenta de la Asociación Europea contra la Violencia hacia las Mujeres, explicó que las sentencias podrían haber sido reducidas deliberadamente para desalentar apelaciones y evitar un nuevo juicio que revictimizaría a Gisèle Pelicot.

“Sabemos lo duro que fue para ella pasar por esas semanas de juicio”, señaló Le Magueresse, quien calificó la posibilidad de una apelación como “horrible” para la sobreviviente.

Aunque esta estrategia busca proteger a la víctima, muchos activistas consideran que las penas son insuficientes y envían un mensaje equivocado a la sociedad. “Es un insulto que algunos salgan libres con sentencias suspendidas. ¡Esto es humillante!”, expresó Olympe Desanges, una reconocida feminista de la región.

A pesar del dolor y la exposición pública, Gisèle Pelicot tomó la decisión de hacer público su caso, renunciando a su anonimato en un acto que ella misma calificó como necesario para cambiar la percepción de la sociedad sobre la violación. “Nunca me he arrepentido de esa decisión”, declaró Pelicot tras la sentencia. Su testimonio se convirtió en un símbolo de resistencia y esperanza para otras víctimas de violencia sexual.

Fuera del tribunal, una multitud de activistas coreó “¡Merci!” en apoyo a Pelicot, quien agradeció el respaldo recibido durante el largo proceso judicial. Su hijo, David Pelicot, también se hizo presente, destacando el impacto devastador que los crímenes de su padre tuvieron en su familia.

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