Combaten el pirataje
Por Blanca Silva
Quequi
Tras obtener la concesión federal del boyado de la zona arrecifal El Meco, que representa la primera en su tipo en el país, Asociados Náuticos de Quintana Roo (ANQR) busca frenar el pirataje de embarcaciones en la zona, donde se estima que el 30% de las que ingresan no cuenta con permisos y dañan el pasto marino, el cual está protegido como los manglares.
Así lo dio a conocer el presidente de ANQR, Francisco Fernández Millán, quien explicó que con el permiso otorgado con vigencia de 10 años, el lugar funcionará como un recinto portuario, a fin de regular el bienestar, el ordenamiento y la conservación del arrecife de El Meco, luego de tres años de gestiones ante instancias federales para el cuidado del medio ambiente.
En conferencia de prensa al término de la asamblea mensual del sector, en la cual se reunieron de manera presencial y virtual con autoridades marítimas para iniciar la notificación oficial de la obtención del permiso a todas las dependencias gubernamentales, detalló que el permiso les da la pauta para regularizar el boyado y evitar que las embarcaciones se amarren a las boyas.
De esta manera, se restringirá el acceso al lugar a las embarcaciones no reguladas, sin matrícula o que no tiene permiso de la Capitanía de Puerto, las cuales deberán tramitar su documentación y una carta anuencia de ANQR para ingresar al lugar, a fin de que todos jueguen con las mismas reglas y los turistas puedan bajar con tranquilidad a realizar sus actividades.
Recordó que el permiso les fue entregado hace 30 días, con lo cual avanzarán a pasos agigantados para regular el ingreso de entre 105 y 130 embarcaciones que visitan diario el lugar, de las cuales más del 30% no están registradas, a las cuales el guardaparques invitará a regularizarse y paguen su cuota de 10 pesos por persona que snorkelea en la zona, así como a afiliarse a ANQR.
Puntualizó que esa cuota es la que se utiliza para cubrir los gastos de operación de la ambulancia, paramédicos y las lanchas guardaparques para la conservación del arrecife, cuya mayor afluencia de visitantes se registra en las temporadas vacacionales, como Semana Santa y verano.