Chakanbakán, tesoro en vías de destrucción

Por Sergio López Lara > Quequi

La falta de vigilancia en la Zona Arqueológica de Chakanbakán está propiciando graves daños a los seis mascarones, así como diversas estructuras entre las que destaca el área para realizar el juego de pelota y acrópolis, templo sagrado en el que se realizaban ceremonias religiosas y sacrificios humanos en la cultura maya que data de los 600 años antes de Cristo, debido a que ingresan al lugar turistas para visitar estos lugares, subiéndose a las mismas, tomarse fotos y videos, además de cometer algunos actos vandálicos.

Fernando Cortés de Brasdefer, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien es también descubridor de esta zona arqueológica hace más de 21 años, misma que es considerada como una de las más importantes de la cultura maya, reconoció que efectivamente se está dando esta situación, debido a que no existe gente que vigile el lugar, mismo que aún no se encuentra abierto al público, debido a que aún se están realizando trabajos de investigación.

Agregó que los trabajos de investigación y restauración se han suspendido, debido a la falta de recursos económicos; sin embargo, se puede abrir parcialmente al público con la autorización del INAH, además de la supervisión de guías especializados para que los visitantes no pongan en riesgo las estructuras que se encuentran en el lugar, donde también juegan un papel importante los ejidatarios de Laguna Om, legítimos propietarios de las tierras en las que se encuentra esta ciudad ancestral.

Indicó que el área es de especial belleza, debido a que la ciudad maya se encuentra asentada en un lugar privilegiado, mismo que fue escogido para establecerse un campo para el juego de pelota, seis mascarones de grandes dimensiones para demostrar su poderío, así como un templo sagrado, además de que se encuentra rodeada de lagunas que los alimentaba con agua dulce, donde abundan los árboles, así como peces, reptiles, venados, jaguares y tepezcuintles, por mencionar algunos.

Cortés de Brasdefer indicó que es urgente buscar una solución para evitar que gente extraña se siga introduciendo a esta zona, debido a que están causando graves daños a las estructuras que cuentan con miles de años de antigüedad, además de causales temor a las especies animales que se encuentra en su área natural.