Celebraron entre calaveras y catrinas
Se llevó a cabo la Expo: La Guelaguetza en la explanada de la alcaldía.
Por Redacción > Quequi
CDMX. En un ambiente cálido y familiar, Cuajimalpa fue testigo de la vibrante celebración “Expo: La Guelaguetza: Entre Calaveras y Catrinas”. Este evento, que se llevó a cabo en la explanada de la alcaldía, se convierte en un punto de encuentro para el amor hacia las tradiciones oaxaqueñas, integrando la alegría de la Guelaguetza con la riqueza simbólica del Día de Muertos.
Los visitantes disfrutaron de una experiencia multisensorial que combinó la cultura oaxaqueña con la icónica figura de la Catrina, un emblema de la festividad mexicana que rinde homenaje a la muerte de una manera festiva y colorida. Con una amplia variedad de exhibiciones que incluyeron danzas, música y gastronomía típica, el evento capturó la esencia de lo que significa ser parte de esta rica tradición.
Entre los puntos destacados, la expo ofreció talleres interactivos para niños y adultos, donde los asistentes pudieron aprender sobre la elaboración de artesanías y platillos típicos de Oaxaca. Desde la degustación de moles y tlayudas hasta la exhibición de trajes típicos, cada rincón de la explanada invitaba a celebrar y preservar el patrimonio cultural.
No sólo se trató de un festín visual y culinario; también fue un espacio para la reflexión y el recuerdo. La Catrina, con su historia y significado, se convirtió en un símbolo de la vida y la muerte, recordando a todos que en la cultura mexicana la muerte es un motivo de celebración y unión familiar. Esta conexión entre la vida y la muerte es central en el espíritu de la Guelaguetza y el Día de Muertos.
El evento también sirvió como un recordatorio de la importancia de la comunidad. Las familias se reunieron, compartieron risas y disfrutaron de la música, lo que reflejó el verdadero sentido de la Guelaguetza: un intercambio cultural que fortalece los lazos entre las generaciones y las diversas culturas de México.
La “Expo: La Guelaguetza: Entre Calaveras y Catrinas” no sólo celebró una tradición, sino que también tejió un puente entre el pasado y el presente, demostrando que la cultura es un hilo que nos une a todos. En un país donde la diversidad es riqueza, eventos como este son esenciales para mantener vivas las tradiciones y celebrar la identidad mexicana.
La mezcla de colores, sabores y risas en Cuajimalpa nos recordó a todos que, a pesar de las dificultades, la cultura es un refugio y una fuente inagotable de alegría.