Celebran la amistad

Un grupo de apasionados por el vino, conocidos como los “Winelovers Cancún” disfrutaron de cena maridaje.

Por Jesús Ricalde > Quequi

En el corazón de Plaza Forum By Sea, un grupo de amigos apasionados por el vino, conocidos como «Winelovers Cancún», encontró el escenario perfecto para celebrar la amistad: el restaurante Tribu. Con el Mar Caribe como telón de fondo y una vista celestial, este nuevo feudo gastronómico se convirtió en el testigo ideal de una velada inolvidable.

Un viaje culinario con paradas únicas

  • Primer acto: Una Torre de Mariscos ascendió hacia el cielo, escoltada por un «Iron Seven» Verdejo, un vino blanco español de Rueda que deleitó con su frescura y complejidad.
  • Segundo acto: Un chicharrón de pulpo, crujiente y sabroso, se encontró con «La Fete Du Rose», un vino rosado francés de Provence, que aportó un toque floral y afrutado.
  • Tercer acto: La pesca del día, envuelta en un tempura dorado y acompañada de una salsa agridulce semi picante, se alió con un «Rodríguez de Vera Chardonnay», un vino blanco español de Almansa que conquistó con su elegancia y estructura.
  • Cuarto acto: El queso fundido, acompañado de una chistorra, se rindió ante el encanto de un «Castillo de Landa» Tempranillo, un vino tinto español de Ribera del Duero con un carácter complejo y equilibrado.
  • Quinto acto: Un Rib Eye Prime al Carbón Flameado en la mesa con Tequila, obra maestra del chef Jair, encontró su pareja perfecta en un «4Sierras» de Cabernet Sauvignon, un vino mexicano de Cananea, Sonora, con aromas intensos y un final persistente.

Más que una cena, una sinfonía de sabores

La velada trascendió lo culinario para convertirse en una sinfonía de sabores, aromas y vistas. La música ambiental, cuidadosamente seleccionada, acompañó cada bocado y cada sorbo, creando una atmósfera única. El sommelier Omar y Sandra Copca, con su pasión y conocimiento, guiaron a los comensales en este viaje sensorial, revelando los secretos de cada maridaje.

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