Celebra la llegada de la Guardia Nacional
Por Raimon Rosado
Al recalcar que las autoridades de gobierno deben emplear todos los mecanismos que tengan a su alcance para abatir los altos índices delictivos y de su consecuente inseguridad en nuestro estado, el obispo de la Diócesis de Quintana Roo, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, dio su visto bueno a la llegada de la Guardia Nacional al municipio de Benito Juárez, mismo que está entre los primeros del país en recibir dicho reforzamiento. No obstante, advirtió que se deberá estar atento a un posible efecto “cucaracha”, pues cabe la posibilidad de que delincuentes que se sientan perseguidos en determinado sitio, huyan hacia otras zonas del estado.
Luego de estar al frente de la misa celebrada en la Catedral de Cancún, en alusión al último domingo de Pascua en el que se celebra el Día de la Misericordia del Señor, el máximo representante de la Iglesia Católica en nuestro estado, dio su voto de confianza a la medida anunciada en días pasados por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
“Tenemos que dar nuestro voto de confianza, porque todos los medios y todos los recursos que se empleen para garantizar nuestra seguridad, son bienvenidos y muy celebrados, por lo que necesitamos que rindan frutos para que nuevamente haya paz y tranquilidad para que todo mundo venga a Cancún feliz y contento”, afirmó.
Dijo que si bien con esto existen mejores augurios para ir avanzando en contra de la delincuencia y la inseguridad, se debe procurar que la inseguridad no nada más cambie de escenario, hacia otros municipios del estado, donde no ha sido tan significativo el impacto negativo de la delincuencia.
Insiste en Tajamar
Por otra parte y ante la ratificación de un alto tribunal colegiado de la entidad, de que en el Malecón Tajamar deberá restaurarse toda la zona de mangle impactada, por lo que no podrán existir obras de infraestructura turística, el obispo Pedro Pablo Elizondo, insistió en que al no ser de dicha vocación el predio destinado a la Basílica de Santa María del Mar, bien podría erigirse ahí una gran virgen de madera, como un atractivo más para los visitantes, pues afirmó que “Cancún no es lo tomarse fotos en las letras de colores”.
“El predio de la Iglesia no es un desarrollo comercial ni turístico, sino emblemático y mi ilusión como obispo, sería dejar ahí una imagen monumental de madera, de la Virgen de Guadalupe, para que con su manto protector cuide a Cancún de todos los males que nos aquejan y nuestro destino siga siendo un paraíso de hospitalidad”.