CARLOS CÉSAR GONZÁLEZ. Misión Evangélica
¿PODEMOS CAMINAR CON DIOS EN NUESTROS DÍAS?
Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. (Génesis 5:24)
Cuánto daño nos ha hecho la religión con su enseñanza de un dios que espera ser adorado contemplativamente en los templos o centros religiosos. Hemos llegado a creer que en realidad Dios vive ahí. Que adorarlo y servirlo es asistir allí para agradarlo con ruidos y coreografías exuberantes, y quien no se congrega, le decimos que anda alejado de Dios.
¿En verdad conocemos la Biblia? ¿Las enseñanzas que tenemos respecto a Dios, provienen de ella? La Biblia relata de un hombre llamado Enoc, en cual “caminó con Dios” y no vio muerte porque Dios se lo llevó. El sentido metafórico usado aquí, muestra que su forma de vivir se ajustaba al agrado de Dios. La conciencia moral en nosotros nos hace palpar y sentir a ciencia cierta lo que agrada a Dios y lo que le desagrada. Sin duda alguna, es importante la adoración a Dios en los templos, pero no es esencial, lo esencial es cómo vivimos, somos y andamos en nuestra vida diaria.
Religión, no es lo mismo que relación; no es lo mismo envejecer en la fe que crecer en la fe y la medida en que una persona ama a Dios se proyecta en amar a su prójimo, sus hermanos, su conciudadanos. Observe algunos textos bíblicos al respecto:
- La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es ésta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y no mancharse con la maldad del mundo. Santiago 1:27.
- Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe?Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario,y uno de ustedes les dice: Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse, pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. Sin embargo, alguien dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras. ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan. ¡Qué tonto eres! ¿Quieres convencerte de que la fe sin obras es estéril? Santiago 2:14-2.
- Si yo puedo hablar varios idiomas humanos e incluso idiomas de ángeles, pero no tengo amor, soy como un metal que resuena o una campanilla que repica. Yo puedo tener el don de profetizar y conocer todos los secretos de Dios. También puedo tener todo el conocimiento y tener una fe que mueva montañas. Pero si no tengo amor, no soy nada. Puedo entregar todo lo que tengo para ayudar a los demás, hasta ofrecer mi cuerpo para que lo quemen.Pero si no tengo amor, eso no me sirve de nada. El amor es paciente y bondadoso. El amor no es envidioso. No es presumido ni orgulloso. El amor no es descortés ni egoísta. No se enoja fácilmente. El amor no lleva cuenta de las ofensas. No se alegra de la injusticia, sino de la verdad. El amor acepta todo con paciencia. Siempre confía. Nunca pierde la esperanza. Todo lo soporta. El amor no tiene fin. Algún día, el don de profetizar cesará. El don de hablar en lenguas se acabará. El de conocimiento se terminará. 1. Corintios 13:1-8.
Luego entonces, caminar con Dios, es adorarlo en la cotidianidad, en un amor y servicio al prójimo. Un ateo es una persona que niega la existencia de Dios, lo es también aquél que creyendo en Dios, vive como si Dios no existiera.
«Dios no tiene cuerpo en la tierra sino el tuyo. No tiene manos sino las tuyas. No tiene pies sino los tuyos. Tuyos son los ojos con los que la compasión de Dios mira al mundo. Tuyos son los pies con los que Él camina para ir haciendo el bien. Tuyas son las manos con las que ahora tiene que bendecirnos. (Santa Teresa de Jesús)
¡Caminemos con Dios, amigos y hermanos del camino!