Camuflajeado en playa, el narco italiano

PLAYA DEL CARMEN

Por Luis García > Quequi

 

Asoleándose bajo el sol caribeño, yendo del gimnasio a la playa y de ahí la piscina, tal era la vida que ventilaba en sus redes sociales y que llevó a la detención del escurridizo italiano Iván Fornari, en la paradisiaca Playa del Carmen, donde habría abierto un restaurante.

Este fornido personaje de piel bronceada ocultaba detrás de su fachada de comerciante un oscuro pasado, pues era buscado por la policía de su país natal, acusado de tráfico de drogas, robo de propiedad y resistencia a la autoridad.

Prófugo desde octubre del año pasado, contaba con una Notificación Roja, una ficha en Interpol, ligado a una red de trasiego de estupefacientes hacia España e Italia.

Pese a ser fugitivo, no perdía la oportunidad de tomarse “selfies” en todo momento, mientras se bronceaba sobre la fina arena de la playa, cuando nadaba con delfines o cuando estaba en el gimnasio ejercitando el cuerpo que refleja una vida de confort, para luego compartirla en su Facebook.

Estas publicaciones, realizadas en su cuenta personal, bajo su propio nombre, llamaron la atención de la Brigada Móvil de Cagliari, quienes colaboraron con la Interpol e investigadores del Servicio Central de Operaciones (OCS) para ubicar el lugar de dónde eran tomadas las fotos para luego informar a la Procuraduría General de la República (PGR), que procedió con su captura.

Los agentes lograron detectar ese restaurante, el condominio en el que vivía, el gimnasio donde se entrenaba y hasta la playa en la que tomaba el sol.

Al italiano de 35 años, se le considera un elemento importante de la mafia de Cerdeña. De hecho, cumplía una condena de cinco años y siete meses en la prisión de Cagliari, de la que escapó con destino a tierras mexicanas, a Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo, donde pasaba unas vacaciones perpetúas.

Luego de que se lograra su detención en el caribe Mexicano, fue llevado en avión a la ciudad de México, y al no tener visa, fue deportado a su país de origen, arribando al aeropuerto de Fiumicino, en Roma donde ya lo esperaban las autoridades de ese país para que rinda cuentas de su largo historial delictivo.

Cabe destacar que la comunidad italiana el Playa del Carmen es amplia, al contar con cerca de 10 mil miembros. Gran parte de ellos son comerciantes, dueños de restaurantes o de hoteles.

Sin embargo, también los hay quienes se dedican a actividades menos honestas, como es el caso de Vicenzo Salzano, detenido en 2013 acusado de lavado de dinero y de servir de nexo entre el cártel de los Zetas y la organización criminal italiada de Ndrangheta.

 

 

DOS CASOS

El caso de Iván Fornari es el segundo delincuente italiano extraditado desde México en menos de una semana.

El viernes pasado tocó el turno a Giulio Perrone, miembro de la Camorra, la mafia napolitana, acusado también de narcotráfico y que desde hace años vivía en el norteño estado mexicano de Tamaulipas.

El hombre, de 65 años de edad, fue igualmente detectado gracias a las fotografías que publicaba en su cuenta de Facebook.

En México se había creado una nueva identidad y una nueva familia, mientras en Italia era destinatario de una orden de captura por haber abastecido por mucho tiempo con cocaína a un clan de la Camorra, por lo que había sido condenado en ausencia a 22 años de cárcel.

 

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