
Boicotean plan de seguridad en “El Tigrillo”
PLAYA DEL CARMEN
Por Luis García > Quequi
A pesar de la preocupante ola de inseguridad que vive actualmente Playa del Carmen (en la que robos, asaltos y crímenes de alto impacto son cosa de todos los días) un trío de personas en el fraccionamiento “El Tigrillo” han boicoteado de forma sistemática cualquier propuesta para mejorar la vigilancia al interior de este exclusivo residencial, al servir como un “arma de golpeteo” en contra de los colonos asociados, por órdenes del apoderado legal del lugar.
Se trata de Dinhora Cárdenas, Alma Sepúlveda y el esposo de esta última, quienes operan como la “punta de lanza” por parte del apoderado legal del fraccionamiento, Nelson Soberanis Carballo, en contra de la asociación civil “Vecinos Unidos del Tigrillo A.C.”, entorpeciendo todos sus esfuerzos por robustecer la vigilancia en el lugar.
Con una población aproximada de mil personas y ubicado en el sur de la ciudad, el fraccionamiento “El Tigrillo” sufrió en los años anteriores más de 30 robos, varios de ellos con violencia, por lo que se optó por cerrar los accesos, tal como lo contempla el plano original del desarrollo privado. Instaladas entre 2015 y 2016, las plumas y portones eléctricos han servido para disminuir la tasa delictiva en el lugar.
Sin embargo, en recientes fechas, Dinhora Cárdenas y Alma Sepúlveda se han apoyado en gente que vive fuera del fraccionamiento para intentar revertir estas medidas, además de boicotear la propuesta de instalar cámaras de vigilancia.
Así lo denunciaron los vecinos del lugar, quienes dicen que el dueño de los terrenos sobre los que se construyó el fraccionamiento, Jacinto Aguilar Quian, especula con los mismos y pretende construir más casas sobre cenotes, sin importarle el peligro que esto signifique. Para evitar críticas o denuncias, se ha enfocado, junto con su apoderado legal, Nelson Soberanis Carballo, en debilitar la asociación civil de los colonos, para lo cual utiliza a dos serviles mujeres y al marido de una de ellas. Estos personajes tienen como misión bloquear cualquier iniciativa del grupo, lo que deja a todos vulnerables ante la delincuencia.
Una tal propuesta fue la del programa Colono Vigilante que la asociación puso en marcha, en reacción a la ola de robos que durante años se cometieron en “El Tigrillo”, varios de ellos con lujo de violencia. Desde su arranque, esta campaña han sufrido los intentos de boicot por parte de estos tres personajes, que tratan se sembrar el desorden y la discordia al interior del fraccionamiento.
Estas personas tampoco han cooperado en las iniciativas para poner cámaras de videovigilancia y una reja trasera que se abre con tarjeta, por ser este el lugar donde solían ingresar los delincuentes. Pese a ello, los integrantes de la asociación sí los consideran para entregarles tarjetón y llave, como miembros de la comunidad.
PELIGRO EN PUERTA
Este medio ya ha dado cuenta de cómo Jacinto Aguilar Quian pretende ampliar este fraccionamiento construyendo torres de departamento en un extenso terreno de donación, sin factibilidad para el proyecto, pues se trata de una zona cavernosa, de cenotes y otros cuerpos de agua.
La futura construcción significará un peligro latente para los futuros incautos compradores de estas residencias, quienes podrían sufrir un hundimiento o derrumbe en la zona, con los daños, pérdida patrimonial e incluso peligro a la vida que esto implica.
Ante la denuncia de esta situación por varios de los vecinos que han atestiguado esto, Aguilar Quian y su apoderado legal, Nelson Soberanis Carballo, intentan debilitar la asociación de colonos a través del ataque de sus incondicionales.